Astrónomos podrían finalmente saber si han encontrado las elusivas ondas gravitacionales, las misteriosas ondulaciones en el tejido del espacio-tiempo predichas por Albert Einstein en 1916.
Científicos han convocado una conferencia para este jueves, 11 de febrero, en el National Press Club en Washington, para discutir la búsqueda de ondas gravitacionales, que se extienden a través del espacio a la velocidad de la luz.
El comunicado de prensa que describe este encuentro es breve y un tanto vago, prometiendo simplemente un "informe de situación" en la búsqueda continua por los científicos que utilizan el Laser Interferometer Gravitational-Wave Observatory (LIGO). Pero todo apunta a un gran descubrimiento.
Los rumores han estado circulando durante varios meses respecto a que el grupo LIGO ha detectado ondas gravitacionales. El cosmólogo de Arizona State University Lawrence Krauss (que no es un miembro del equipo LIGO) tuiteó primero este rumor en septiembre, y luego lo repitió en otro tuit el 11 de enero.
El 3 de febrero, el físico teórico Cliff Burgess, de la McMaster University y el Instituto Perimeter de Física Teórica en Ontario, envió un correo electrónico a todo el departamento de física de McMaster, en el que, citando fuentes del LIGO, explicaba que habían detectado ondas gravitacionales producidas por la fusión de dos agujeros negros. El descubrimiento será publicado el jueves en 'Nature', agregó Burgess, según informa Science Magazine.
LO QUE PREDIJO EINSTEIN
En su Teoría General de la Relatividad, las ecuaciones de Einstein mostraron que las ondas gravitacionales deben ser generadas por la aceleración de objetos masivos. Los eventos más dramáticos o catastróficos --tales como explosiones de supernovas y fusiones de agujeros negros-- deben producir las olas más fuertes. Estas ondas se distorsionan en el espacio-tiempo y luego irradian hacia fuera a la velocidad de la luz.
LIGO es un conjunto de dos detectores idénticos, supersensitivos que los investigadores construyeron en Livingston (Louisiana) y Hanford (Washington) para recoger a los pequeños movimientos del espacio-tiempo provocados por las ondas gravitacionales que llegan a la Tierra.
Cada detector de LIGO lanza haces de luz láser láser de 4 kilómetros de largo, que están dispuestos en la forma de una 'L'. Si una onda gravitacional pasa a través del sistema detector, la distancia recorrida por el rayo láser varía por una cantidad minúscula, miles de veces más pequeño que el diámetro de un núcleo atómico. Aún así, el engranaje del LIGO debería ser capaz de recoger esta diferencia.
Si LIGO, que es operado por el MIT y el Instituto de Tecnología de California, y financiado por la Fundación Nacional de Ciencia de Estados Unidos, ha detectado directamente por primera vez las ondas gravitacionales, puede abrirse una nueva era en la astronomía y la cosmología, según subraya 'Space.com'.
"Dado que las ondas gravitacionales no interactúan con la materia (a diferencia de la radiación electromagnética), sino que viajan a través del universo sin obstáculos, nos da una visión nítida del universo de ondas gravitacionales", escriben los miembros del equipo de LIGO en una descripción del proyecto.
"Llevan consigo la información sobre sus orígenes que está libre de la distorsión o alteración sufrida por la radiación electromagnética a medida que viaja a través de millones de años luz de espacio intergaláctico", agregan.
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