No ha sido la ciudad de Jaén nunca demasiado participativa en el Carnaval, salvo honrosas excepciones en los dos mandatos con José Montané al frente de Cultura, y tristemente, difícilmente lo será con programaciones como la que el Ayuntamiento ha diseñado para este año. Pregón, concurso de agrupaciones carnavalescas, y un concierto de la Banda Municipal de Música. Este desorbitado fervor laico, valga la ironía, del equipo de gobierno del PP, hace que lo más llamativo del Carnaval de Jaén sea el pasacalles que los escolares, más de 1.200 en esta ocasión, protagonizan hoy por las calles de la ciudad. Volvemos a la ruina y a la falta de dinero y de presupuesto de Cultura, pero insistimos en que, en muchas ocasiones, es cuestión de prioridades, y está claro que el Carnaval, un año más, no es una de ellas. Otra cosa es la poca afluencia de público ayer en el teatro Infanta Leonor, algo de lo que se quejó aireado el pregonero, David Navarro. Ahí, si es necesario pedir responsabilidades a las propias agrupaciones carnavalescas, ya que, tras años de lucha para que se llevaran las semifinales al Infanta Leonor, ahora resulta que solo hay media entrada. El caso es que el Carnaval en Jaén sigue siendo pobre y precisa un empujón.
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