El PSOE cobija este sábado de nuevo a toda su cúpula nacional bajo el techo de Ferraz en torno a un Comité Federal que, en teoría, debía tener como plato fuerte encontrar fecha en el calendario al Congreso Ordinario de primavera del que saldrá el nuevo (o no) líder del partido. El cónclave se celebra un mes después del convulso del 28 de diciembre, aquel en el que, con los resultados de las urnas aún calientes, los barones regionales lograron arrancar a Pedro Sánchez la resolución más citada en las últimas semanas: un no rotundo a facilitar otra legislatura del PP y, en paralelo, otro rechazo a caminar de la mano de Podemos si los de Iglesias insisten en cuestionar la unidad y la cohesión territorial.
La catarata de declaraciones y propuestas solapadas con que los dirigentes socialistas han tratado estos días de desenredar la madeja de la gobernabilidad ha confluido en la mayoría de las ocasiones en una coincidente estación final: de momento hay poco de lo que discutir porque la hoja de ruta ya se marcó aquel Día de los Inocentes. Si tan claras están esas fronteras que el PSOE se autoimpuso ante futuras negociaciones no habría nada que debatir, pero todo apunta a que no será así. Tanto en el PSOE federal como en el regional se da por hecho que, de alguna forma u otra, en los turnos de intervenciones aflorará la discusión sobre qué bancada del Congreso debe ocupar Sánchez, la del Ejecutivo o la de la oposición, y sobre todo cómo caminar hasta allí.
“Si Pedro sale vivo de este Comité tendrá las manos más libres para negociar”. Lo presagia alguien cercano al círculo del secretario general esbozando la ruta de acontecimientos que se maneja en Ferraz. La espantada de Mariano Rajoy tras recibir el encargo del Rey dejó el Comité Federal de este sábado aislado en tierra de nadie y con las negociaciones sin ni siquiera empezar, quizás como parte de una estrategia calculada del líder del PP para que quien le llamó “indecente” frente a las cámaras sufra de nuevo el acoso de sus compañeros, más tras el órdago de Iglesias de hace una semana que indignó a la militancia.
Susana Díaz confirmó este jueves durante una visita a un centro de salud de Sevilla lo que repite sin cesar desde el 28D: hay una resolución del partido que hay que respetar y, si hace falta, la volverá a sacar a airear mañana. Si supera ese debate, que Ferraz asume casi como inevitable, Sánchez puede ganar una buena dosis deaire. Apenas unos días después podría recibir de boca de Felipe VI la encomienda de intentar formar Gobierno, y eso ya serían palabras mayores. Sus partidarios intuyen que entonces escalaría “un decisivo peldaño” y podría presentar sus aspiraciones de moldear una alianza progresista y de izquierdas casi como una cuestión de Estado y no como algo más cercano al empecinamiento personal.
“Susana olvida algo...”
El colaborador de un dirigente nacional del partido es explícito en su conversación con este medio: “Las tesis del PSOE andaluz son asumibles, porque el veto a Podemos en los términos actuales está recogido en la resolución del anterior Comité. No al PP y no a la autodeterminación, eso está claro. Pero lo que Susana Díaz olvida a veces es que en esa misma resolución se dice de forma expresa también que hay que evitar nuevas elecciones porque sería un fracaso. Deberían levantar el pie del freno y dar más margen de maniobra...”.
Y como trasfondo, el ruido de los pesos pesados (González, Guerra, Villalobos) que reman hacia la abstención para dejar vía libre al PP. Los afines a Sánchez dudan entre el “desliz” de este último o si en realidad Díaz usaba a su mentor político como “globo sonda”. Fuera una u otra, el PSOE-A ha cuadrado filas y lo relega a “opiniones personales”. No al PP, no al Podemos secesionista, no a la abstención... El Comité del sábado quizás solucione algo, o no.
Lejos de González y sin hueco en la agenda
La sonora irrupción de Felipe González en el debate apostando por evitar el bloqueo mutuo entre PP y PSOE no movió este jueves de su casilla a Susana Díaz, que dijo respetar pero no compartir el consejo. Con el reloj avanzando en contra, a media tarde Sánchez y la presidenta aún no habían encontrado hueco para la entrevista previa al Comité que el líder mantiene con sus barones. Ferraz aseguró a este medio que podría ser “presumiblemente” el último día, este viernes, aunque hay quien no descarta que se reduzca a un mero encuentro Cornejo-Luena.
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