El año 2015 acabó con un sabor agrio para Ayesa, el grupo andaluz de ingeniería y tecnologías de la información controlado por la familia Manzanares. Su socio más importante fuera de España, el hólding constructor mexicano ICA, entró en lo que en España se conoce como concurso de acreedores el día 30 de diciembre. ICA es, desde 2009, aliado de Ayesa al 50% en la empresa conjunta Actica.
La compañía española tiene a 150 empleados en varias oficinas en México DF, Guadalajara y Monterrey. La colaboración de Ayesa e ICA comenzó en 2009 cuando la española se adjudicó el diseño de la linea 12 del metro de México DF por 8,5 millones de euros.
Está por ver ahora qué impacto económico tiene esta quiebra en las cuentas de Ayesa del año 2015, tanto en los ingresos que obtiene la empresa andaluza en su principal mercado exterior como en las provisiones que tenga que hacer por deudas de Ayesa con Actica.
Sólo desde la filial Ayesa AT, antigua Sadiel, la deuda con Actica ascendía a 1,2 millones de euros a cierre de 2014 (últimos datos disponibles) por prestación de servicios y apoyo financiero. Esta cifra de pasivo pendiente de cobro contrasta con el casi medio millón de euros de pérdidas de Ayesa AT en 2014.
ICA es la mayor constructora de México y su caída ha atrapado también a grandes bancos españoles como Caixabank, BBVA o Santander. La empresa no ha sido capaz de pagar unos 30 millones en intereses de una emisión de bonos.
Ingenieros Civiles Asociados (ICA) es una empresa muy cercana al poder político mexicano, y al partido que ha dominado la política azteca desde hace casi un siglo, el PRI. Sin embargo, según la prensa del país americano, el actual presidente Enrique Peña Nieto ha decidido no ayudar a ICA ante sus dificultades, lo que se añade a la querencia del poder político mexicano por otras empresas constructoras como, precisamente, la española OHL.
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