Andalucía

El buitre leonado cuyo destino no era morir en aguas del Estrecho, ya está a salvo en el CREA

No estaba en su destino morir ahogado en aguas del Estrecho de Gibraltar. No estaba escrito que su cuerpo fuese arrastrado por las corrientes que azotan el litoral que perfila la costa del municipio de Barbate. Hablamos del buitre leonado que fue salvado por Estefanía Pocino Alarcón

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No estaba en su destino morir ahogado en aguas del Estrecho de Gibraltar. No estaba escrito que su cuerpo, cada vez más debilitado, fuese arrastrado por las corrientes que azotan el litoral que perfila la costa del municipio de Barbate. Hablamos del buitre leonado que, en última instancia, fue salvado por Estefanía Pocino Alarcón, una mujer que vive desde hace algún tiempo en la zona del Botero, es decir, en Barbate. Un buitre que dejó su hábitat natural, entre la sierra del Retín y el Parque de los Alcornocales, para darse una zambullida que pudo ser mortal.

Estefanía Pocino Alarcón paseaba el pasado viernes 11 de diciembre por la playa de El Carmen junto a unos amigos. En un momento determinado, “vimos pasar el buitre” que se precipitó contra las aguas para quedarse atrapado sin poder tomar de nuevo el vuelo. Pero su destino no era ese.

Estefanía Pocino es hija de una catalana y de un aragonés. Da la casualidad que desde pequeña practicaba la natación, e incluso compitió en la disciplina de mariposa. Lo que, visto lo visto, fue toda una suerte para el citado buitre. Pero hay más. Durante una época de su vida, Estefanía Pocina vivió en Huesca, donde, qué casualidad, hizo unos cursos de cetrería, lo que también le ayudó a salvar la vida a ese buitre cuando años después estuvo a un paso de ahogarse en las aguas del Atlántico. No en vano, cuando se observa con detenimiento el vídeo del rescate, impresiona lo bien que nada Estefanía pero también su maña para atrapar y trasladar a un animal con las dimensiones, enormes, de un buitre leonado.

Y la última casualidad es que por la playa también anduviera un fotógrafo profesional, enamorado de la naturaleza y los animales, para dar cuenta y plasmar con magníficas imágenes el heroico rescate efectuado por Estefanía Pocino Alarcón, a quien ni las malas condiciones climáticas (el 11 de diciembre no fue un día soleado de verano), ni la temperatura del mar, ni, por supuesto, la envergadura del buitre y su potencial peligrosidad, le impidieron despojarse de parte de la ropa para echarse al mar y salvarle la vida a esta ave carroñera.

Luego llegó un poco de polémica. Estefanía Pocino Alarcón lamentó que una vez puesto a salvo el buitre, en la playa y “al salir del agua se personó la presidenta de la asociación de Voluntarios de Trafalgar (de la que ha sido expulsada la propia Estefanía Pocino) tomando el mando del rescate sin preguntarme. Lo metió en los lavabos de la playa y no me ha consentido trasladarlo ni a la casa de los forestales ni al centro de recuperación de aves”. Una actitud que ha sido denunciada ante la Guardia Civil por la propia Estefanía ante lo que ella considera maltrato animal, ya que el buitre estuvo en unos lavabos junto a la playa del Carmen desde el viernes hasta este lunes 14 de diciembre, cuando fue entregado a miembros del Centro de Recuperación de Especies Amenazadas, CREA.

Por su parte, desde Me la Agrupacion De Voluntarios Trafalgar se quiere recalcar que “en ningún momento se han incumplido los protocolos y la Agrupación era la que tenía la guardia y custodia de dicho animal, ya que cuenta con 20 años de experiencia en el mundo de la protección de especies protegidas, contando incluso con varios premios y reconocimientos”.

Pero a lo que vamos. Una vez a salvo, tan sólo queremos quedarnos con el altruista y heroico acto de Estefanía Pocino y con la serie de casualidades que sirvieron para que el buitre no acabara perdiendo la vida frente a la costa barbateña. 

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