El Málaga CF cayó en Burgos en el partido de ida de los dieciseisavos de final de la Copa del Rey ante el Miradés por 2 a 1.
Comenzó el partido con dos avisos del Málaga: una ocasión de Juanpi donde el balón rebota en un defensa local y Tighadouini estrella el balón en el larguero. Con un guardameta inusual en la portería blanquiazul, Guillermo Ochoa, el Málaga se encontró un rival rocoso y presionante, que no le dejó hacer su fútbol.
El equipo visitante no logró tener el peso del partido, tampoco el balón. La presión de los locales fue efectiva y cortaba cualquier avance del Málaga que, en el minuto 28, trenzó la mejor jugada del partido, solo faltó rematar a puerta.
El gol del Mirandés llegó en el minuto 34, en un saque de esquina, con un doble rechace, donde Álex García empujó el balón a la red.
La segunda parte arrancó como la primera, pero en esta ocasión, y aunque el palo también cobró protagonismo, llegó el gol para los de Gracia, de las botas de Roque Santa Cruz.
El empate no hizo reaccionar al Málaga sino a los locales, que volvió a llevar la presión hasta el área de los blanquiazules que solo se centraban el despejar el peligro. Peligro que llegó en forma de gol transformado por Lago Junior.
Lejos de impulsar la reacción del Málaga, el Mirandés siguió dominando y Javi Gracia negaba desde la banda impotente mientras acababa el encuentro.
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