La NASA ha instalado con éxito el primero de los 18 espejos del Telescopio Espacial James Webb (JWST), una parte fundamental de la construcción del futuro observatorio.
En la sala limpia en el Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA, el equipo de ingeniería utilizó un brazo robótico para levantar y bajar el segmento hexagonal de 1,3 metros de ancho y 40 kilos de peso. Una vez colocados, los segmentos del espejo primario trabajarán juntos como un gran espejo de 21,3 pies (6,5 metros). Se espera que el sistema se complete a principios del próximo año.
"El Telescopio Espacial James Webb será el primer observatorio astronómico de la próxima década", dijo John Grunsfeld, astronauta y administrador asociado del Directorio de Misiones Científicas de la NASA en Washington. "Este hito del primer espejo simboliza toda la tecnología especializada desarrollada para permitir que el observatorio estudie las primeras estrellas y galaxias, examine los sistemas estelares de formación planetaria, de respuesta a la evolución de nuestro propio sistema solar, y afronte los próximos grandes pasos en la búsqueda de vida fuera de la Tierra".
Este telescopio, resultado de la colaboración de 17 países, se espera lanzar en 2018 como relevo del Hubble. El James Webb estudiará todas las etapas de la historia de nuestro universo, el cosmos, incluyendo los primeros resplandores luminosos, la formación de sistemas solares capaces de sustentar vida en planetas como la Tierra y la evolución de nuestro propio sistema solar, informa la NASA.
HECHOS DE BERILIO
Los espejos están hechos de berilio ultraligero, material elegido para sus propiedades térmicas y mecánicas a temperaturas criogénicas. Cada segmento tiene una capa delgada de oro, por su capacidad de reflejar la luz infrarroja. La mayor estructura del telescopio es un parasol de cinco capas del tamaño de una pista de tenis que atenúa el calor del sol más de un millón de veces.
Los espejos deben permanecer precisamente alineados en el espacio con el fin de llevar a buen término las investigaciones científicas. Operando a temperaturas extraordinariamente frías en el espacio, el plano posterior no debe moverse más de 38 nanómetros, aproximadamente una milésima del diámetro de un cabello humano.
Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es