La Junta sumará a su plantilla durante el próximo año unos 7.100 nuevos efectivos, con la educación y la sanidad como principales banderas. El anuncio de la esperada Oferta de Empleo Público, por su trascendencia, había sido reservado a la presidenta, Susana Díaz, encargada de lanzarlo en el Parlamento durante la sesión de control al Gobierno aprovechando una pregunta sobre el futuro del sector educativo formulada por el portavoz de Ciudadanos en la Cámara, Juan Marín.
Como en política las casualidades escasean, la oposición se encargó luego de ironizar en corrillos, a las puertas del Salón de Plenos, sobre el momento elegido para alimentar las expectativas de los miles de opositores que buscan hueco en la Administración: con el calendario acelerando hacia la campaña electoral de las generales y, sobre todo, apenas unas horas después de que la Encuesta de Población Activa (EPA) revelase que Andalucía vio entrar por las puertas del SAE durante el tercer trimestre del año a 21.500 desempleados más.
Calculado o no el mensaje, el volumen de plazas aliviará parte de las carencias que arrastra el aparato administrativo andaluz desde que la etapa de austeridad y recortes impidiera, por ley, cubrir la totalidad de las bajas en el sector público por jubilaciones u otras circunstancias temporales. El férreo listón de la tasa de reposición -la barrera que en los peores años de la crisis sólo autorizó cubrir una de cada diez vacantes y siempre que fueran en servicios esenciales- fue levantado hace meses por el Gobierno central, abriendo la posibilidad de recuperar el terreno perdido. Y a ese nuevo tope máximo, confirmó ayer Díaz, se va a aferrar la Junta para llegar hasta las 7.100 nuevas plazas.
Los profesores serán uno de los colectivos más favorecidos. En total, 2.200 plazas de acceso libre -se sobreentiende que ajenas a promociones internas- que irán a parar a profesores de Educación Secundaria (sus oposiciones se convocan en años pares, mientras que las pruebas de acceso al cuerpo de Primaria se celebran en impares). El Presupuesto, presentado la pasada semana por la consejera de Hacienda y Administración Pública, María Jesús Montero, contemplaba la incorporación de 360 profesores, pero ni entonces ni posteriormente su compañera de Educación, Adelaida de la Calle, habían avanzado la cifra global anunciada por Díaz.
Del resto de plazas, en torno a 2.500 se reservarán a la otra gran pata de la plantilla de la Administración, la Sanidad. No en vano, ese sector y el educativo, en conjunto, absorben un cuantioso 84% de todo el gasto de personal contemplado en los Presupuestos. El SAS, además, debe resolver las convocatorias de las 3.200 plazas que arrastra sin cubrir desde 2012.
La Oferta de Empleo Público que desveló la presidenta cambia también el paso de los mensajes lanzados hace apenas unas semanas, cuando la unión de votos de Podemos y el PP tumbó la convalidación del decreto-ley con el que la Junta pretendía reconocer el tiempo de servicio de los funcionarios durante la etapa de interinidad. Tras aquel gran traspiés para el Gobierno se especuló con paralizar las convocatorias, algo ahora descartado.
Aquel fatídico mes de abril de 2012...
Díaz hizo hincapié ayer en apurar al máximo el techo de la tasa de reposición, y no por casualidad. En 2012 la Junta sobrepasó el tope de plazas de Secundaria y Madrid tumbó las oposiciones. Los opositores se quedaron sin examen incluso después de pagar sus tasas. CSIF y CCOO celebraron el paso dado por la Junta para incrementar su plantilla, debilitada por la crisis, pero tacharon la oferta de “insuficiente” y protestaron por no ser consultados.
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