Vamos a comenzar poniéndonos a nosotros mismos un supuesto, un ejemplo, un poni, como se suele decir también. Pongamos que queremos hacer una obra en nuestra casa y pedimos un presupuesto a un especialista en la materia. No al primo o al cuñado que trabajó seis meses en Alicante en la construcción en aquellos tiempos que se fueron, sino a un especialista de lo mejor que se pueda encontrar.
El especialista hace las cuentas y nos dice que la obra nos puede salir por 130.000 euros, si mármol de carrara pero tampoco con terracota. Una cosa normal, buena, pero normal.
Ahora nos vamos, ya sabiendo por dónde van los tiros, a buscar a un constructor que nos haga la obra partiendo de que nos puede costar los 130.000 euros, poco más arriba, poco a más abajo. Si es poco más abajo, pues mejor.
Nos ponemos a pedir presupuestos a los constructores y resulta que la inmensa mayoría nos dice que por esa obra nos cobraría 80.000 euros mal contados. ¿Oiga, está usted seguro? ¿De qué me va a poner el suelo, de terrizo? No hay truco. Los materiales son buenos, sin mármol de carrara, pero con buenas losetas y todo el resto de la obra de calidad homologada. Homologada con el presupuesto que me dio el técnico al que le pedí el presupuesto para no ir perdido por ese mundo de los constructores.
¿Ustedes que pensarían del técnico que les dio el presupuesto y qué piensan de los constructores que le han dicho que le hacen la obra por 50.000 euros menos? Que no es tontería. Es más de una tercera parte del presupuesto menos. Pues ustedes pensarían que aquí hay algo que se nos ha pasado. No hay por qué pensar mal. Simplemente que hay algo que se nos ha pasado.
Eso es precisamente lo que dice la alcaldesa, Patricia Cavada, que va a hacer. Explicarnos por qué las obras del Ayuntamiento tenían un presupuesto base de 13 millones de euros y resulta que se pueden hacer por ocho millones y ha sido adjudicada a la empresa Vías y Construcciones.
Pues esa es la noticia de la semana. La obra del Ayuntamiento va a costar ocho millones de euros, cinco millones menos de lo que el ayuntamiento estaba dispuesto a gastarse del dinero de todos los ciudadanos. Lo que está por aclarar es la diferencia en el precio, que obviamente tiene que tener una explicación convincente.
Yo no sé de ladrillos y por eso no digo nada. Por ahora solo pienso que es demasiada diferencia. Y pienso mal porque ahí está la obra de la casa Lazaga parada porque el constructor que se ofreció a hacerla por un 20 por ciento menos del presupuesto base de licitación dice ahora que cuesta un 20 por ciento más de lo que dijo que costaba. Como para no mosquearse cuando estamos hablando de cinco millones de diferencia.
BAHÍA SUR
No les voy a contar toda la historia de los apartamentos turísticos de Bahía Sur desde que llegaron a finales de 2003 Luis Elías Rodríguez-Viña y Oleguer Pujol, el menor de la saga de los Pujol Ferrusola. No lo voy a contar porque hace tiempo que dejó de ser una historia y pasó a la consideración de pesadilla.
Les voy a contar la última de las historias kafkianas que ha tenido lugar en lo que hasta hace un decenio era la joya de la corona de la oferta hotelera de La Isla.
Verán ustedes. La Delegación Provincial de Turismo cerró los apartamentos, que son los apartamentos, bungalós, estudios y dúplex, pero para no liarnos los llamamos apartamentos, porque incumplían la Ley de apartamentos turísticos de Andalucía, aprobada en abril de 2010. Esa ley, entre otras cosas, daba un tiempo de cuatro años para que las gestoras de apartamentos demostraran administraban al menos el 90 por ciento de la oferta de alojamientos de la que eran titulares.
Pues bien, en mayo de 2014, la gestora de los apartamentos de Bahía Sur se quedó sin la licencia de la Consejería de Turismo porque incumplía ese requisito. Y lo incumplía porque en ese complejo hotelero está todo el mundo peleado con Elías Rodríguez Viñas y no les ceden sus unidades de alojamientos. Vamos, que los inversores prefieren perder dinero dándose de baja de turismo antes que perder dinero porque Elías Rodríguez-Viña no les da ni un euro de ganancia.
¿Quién denunció a la gestora Complejo Bahía Sur SL, la gestora de Elías Rodríguez-Viña y la única que legalmente puede administrar el complejo? Pues la subcomunidad de estudios, que logró que la Junta cerrara los apartamentos. Y aunque se presentó recurso de alzada contra la resolución de la Junta, ese recurso se ha denegado. Pero mientras se denegaba, los apartamentos han estado funcionando. Y lo están.
Pero es que no es único. La subcomunidad de estudios que denunció a la gestora de Elías Rodríguez-Viña se presentó ante Turismo como gestora de sus unidades con el nombre de Estudios Turísticos SL y turismo le denegó la licencia porque sólo puede tener licencia Complejo Bahía Sur, Elías Rodríguez- Viña, pero no puede tenerla porque incumple la Ley.
¿Que hace la nueva empresa Estudios Turísticos SL? Pues que presenta recurso de alzada y mientras llega la resolución al recurso, se pone a alquilar estudios durante todo el verano y sigue alquilando. Y es más. Como la Junta no ha contestado en tiempo al recurso de alzada, dan como bueno el recurso por silencio administrativo.
El que calla otorga y en este caso la Junta y el Ayuntamiento, de tanto callar y otorgar, son los que han provocado que la joya de la corona de la oferta turística de La Isla sea una viña sin vallado donde cada uno hace lo que le da la gana. Hasta que pase algo, que puede pasar porque el mantenimiento de las zonas comunes y no comunes es nulo, y haya que buscar a los responsables gestores ilegales y a los responsables subsidiarios. No olvidemos que el Ayuntamiento es el dueño de los terrenos y lo será de los apartamentos dentro de 50 años.
Ahora, en vez de una empresa ilegal, hay dos empresas operando ilegalmente mientras la alcaldesa dice que se está trabajando para encontrar una solución. Por cierto, la manzana cuatro, la barriada que se ha formado allí, se da por perdida. A aquello sólo le falta constituir la asociación de vecinos con local social y barra incluida.
BALANCES CON RETRASO
Los grupos municipales Sí se puede San Fernando y Ciudadanos han hecho balance de los 110 días de gobierno del bipartito PSOE-PA. No se asusten que no es que vayan a hacer balance cada diez días, que los balances suelen ser de los cien primeros días pero estos dos han llegado tarde.
La sucursal de Podemos en San Fernando, la que tiene representación municipal, no la otra, dice que a estas alturas la vida sigue igual. O sea, lo que decíamos hace quince días, que en tres meses largos no se hace nada. Algunas veces no se hace nada ni en cuatro años.
Lo mismo dijo Javier Cano por parte de Ciudadanos. Continuismo. Además de pedirle al PP y al PSOE que sean generosos con la ciudad. Al PA no le pidió nada porque no existe y además, a lo que se refería era a que hicieran algo desde Madrid, que hay muchos temas pendientes.
OLVIDADOS
Los olvidados de San Carlos se han mostrado muy esperanzados por la apertura de una de las plantas del hospital de San Carlos, porque eso supone, piensan ellos, que puede ser la puerta para que contraten a empresas externas y que la voluntad política haga que asuman al personal de las subcontratas del Ministerio de Defensa despedido cuando se cerró el centro. Están a expensas de la voluntad política y ellos lo saben. Y saben también que cada administración tiene su forma de contratar.
FERIA DEL ESTERO
La primera edición de la Feria del Estero comenzó como estaba programado, con un despesque en la salina San Vicente y luego la inauguración oficial en la plaza del Rey. Pero las previsiones meteorológicas obligaron a aplazarla, que no a suspenderla, hasta este próximo fin de semana.
Hay quien se puede preguntar y de hecho se preguntan por qué una Feria de Estero dos semanas después de se celebrara la Feria Gastronómica de la Bahía, la que organiza la Asociación de Comerciantes de San Fernando y a la que faltaron muchos hosteleros de La Isla.
Explicaciones las hay. Por ejemplo, porque esta Feria del Estero a la que le queda la segunda parte es una feria temática, basada en un producto que se quiere potenciar como es el pescado de estero como una singularidad de la comarca, de la Bahía de Cádiz. La otra era una feria comarcas y generalista y de ahí que acudieran hosteleros de toda la bahía, que es su ámbito.
Pero además porque su creación se basa en un proyecto más grande que es el de poner en funcionamiento los esteros de la zona, la mayor parte para la producción con vistas a la exportación y una parte para la producción de pescado de estero auténtico como reclamo turístico-gastronómico. Eso es lo que contaba a esta casa Juan Manuel García de Lomas, gerente de Ctaqua, que es el Centro Tecnológico de Acuicultura de Andalucía.
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