Según fuentes del caso, tras declarar ante el juez de guardia a lo largo de toda la mañana de ayer, quedó en libertad, pero acusado de un presunto delito de tentativa de homicidio, el padre del joven fallecido, identificado como Mariano M. S.
También quedaron en libertad tres hermanos de este hombre, que manifestaron al juez que no efectuaron los disparos y que son evangélicos, religión que tiene prohibido el uso de armas.
También declararon que confían en la Policía y en su trabajo para esclarecer la muerte del joven de 17 años, que recibió un tiro en la cabeza cuando, en compañía de su padre y desde el interior de un coche, presenciaba un tiroteo entre grupos rivales.
La libertad ha sido posible a la luz de un informe policial según el cual la fractura de un cristal que presentaba el coche propiedad del presuntamente agredido, identificado como Manuel J. N, podría deberse tanto a un impacto de bala como a una piedra o cualquier otro objeto contundente, añadieron las fuentes a Efe.
La Policía también realizó una prueba para detectar la presencia de restos de pólvora en las manos de los cuatro imputados, cuyo resultado se conocerá en los próximos días.
Por otra parte, la Policía Nacional informó ayer de la detención de cuatro hombres por su presunta participación en el tiroteo entre dos familias de etnia gitana en el que murió el menor de edad.
Según informó la Policía en un comunicado, las investigaciones policiales indican que el tiroteo pudo deberse a un ajuste de cuentas por tráfico de drogas.
Ambas familias, tras el altercado, abandonaron sus domicilios en dicha barriada para evitar el ajuste de cuentas por lo que la investigación encontró una mayor dificultad en lograr su localización.
Los detenidos se encuentran en dependencias policiales donde se les tomará declaración y una vez que finalicen las diligencias policiales serán puestos a disposición judicial, aunque las investigaciones continúan abiertas.
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