Cocinar sano no tiene por qué ser aburrido. Y si no, que se lo pregunten a los pequeños chefs que esta semana han disfrutado de un taller veraniego en el que los fogones han sido su escenario de acción. En Laboratorio de Sabores, en pleno Soho malagueño, no solo se aprende a dar los primeros pasos con el cuchillo, ni sus primeros pinitos en técnicas culinarias. Aquí qué se debe comer y por qué es igual de importante.
Este viernes el menú que se han llevado a casa habrá sido, sin duda, uno de sus platos favoritos. Algunos incluso ya piensan en abrir, cuando sean mayores, su propio restaurante. Pero, sobre todo, poner en práctica lo aprendido en casa para deleite de sus padres.
Este espacio forma parte de la Carta Malacitana que promueve y defiende el patrimonio gastronómico malagueño. También luce con orgullo el distintivo Sabor a Málaga aunque en él podemos aprender desde a hacer tortilla y gazpacho, a comida mexicana o vietnamita, por qué no. El amor y mimo hacia el producto local y de temporada es primordial. Pero también
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