La delegada municipal de Servicios Sociales, Lourdes Couñago, ha comunicado la renovación del convenio entre el Ayuntamiento y la Junta de Andalucía con el Programa de Tratatamiento a Familias con menores en situación de riesgo social, (ETF), un programa que desarrolla un equipo interdisciplinar conformado por una psicóloga, una trabajadora social y un educador sociofamiliar cuya finalidad es preservar los derechos y el desarrollo integral de aquellos m enores que se encuentren en situación de riesgo por circunstancias de dificultad familiar, siempre intentando evitar la separación de la familia.
Couñago ha resaltado que aunque el convenio se ha firmado un poco tarde, "lo importante es que ya está hecho y que se pueda seguir trabajando y funcionando". En Rota, el ETF lleva funcionando desde el año 2003 a través de la delegación de Servicios Sociales, y la delegada ha querido mostrar el trabajo que se realiza desde este equipo, "porque el trabajo de Servicios Sociales va mucho más allá de las ayudas de emergencia social, de evitar cortes de agua, luz o desahucios".
La delegada ha dejado en manos de los componentes del equipo, concretamente Manuela Moral, la psicóloga, Rosa María Sánchez Vallejo, trabajadora social, y Antonio Ramírez, educador social, las explicaciones sobre el trabajo que se realiza desde este equipo de tratamiento familiar. Un equipo que recibe formación continuada y especializada para atender a menores en riesgo y cuyos objetivos principales pasan por preservar la integridad de las familias, evitando la separación de los menores, y conseguir la reunificación de aquellas familias con cuyos menores se hayan adoptado medidas de protección.
Las familias que son derivadas a este tipo de programa son aquellas cuyos menores se encuentren en situación de riesgo tal que pueda desembocar en desamparo si no se aplica el tratamiento necesario, o aquellas con cuyos menores se hayan adoptado medidas de protección, siempre que exista un pronóstico de recuperabilidad familiar a través del tratamiento. Se trata de familias con menores a su cargo que se encuentren en situación de riesgo social por negliencia, abandono o maltrato, familias en situación de crisis por separaciones conflictivas o dificultades económicas que afectan negativamente en los menores de la unidad familiar, familias monoparentales con hijos menores en situación de dificultad social, familias con situaciones de violencia doméstica o de género con menores a su cargo, familias con adolescentes con problemas de conducta de cierta seriedad, y familias con menores con los que se ha adoptado una medida de protección y hay posibilidad de retorno.
Estas familias llegan al ETF derivadas por el equipo de infancia y familia, o bien por solicitud de la propia familia, a través del servicio de protección de menores, por una denuncia al teléfono de maltrato al menor (900851818, un teléfono totalmente anónimo y gratuito), a través de los centros escolares, de los Juzgados de Rota, del Juzgado de Menores o el centro de salud.
Alta tasa de éxito
Según el informe realizado por este equipo, que realiza una comparativa con respecto a años atrás, existe una evolución continua. Así, comparando los datos de 2007/08 fueron 34 familias las que se trataron en este programa, mientras que en el ejercicio 2014/15 han sido 59 familias.
En cuanto a menores se refiere, el número ha subido desde los 69 hasta los 109 comparando los ejercicios de 2007 y 2014. Sin duda, y así lo ha destacado la psicóloga del equipo, Manuela Moral, el dato más significativo es el de adolescentes en situación de riesgo, que ha pasado de los 24 a los 69 menores, siendo la problemática en la que más se interviene desde el ETF. Dentro de estos casos se contemplan conflictos intergeneracionales, problemas comportamentales del niño, o conflictos en la familia o pareja.
La conclusión del análisis realizado ha sido positiva: se ha producido una disminución importante en la toma de medidas de protección, sobre todo teniendo en cuenta que el objetivo principal de este programa es el de evitar el ingreso de menores en centros de protección o de reforma, y así ha sido, potenciando así la unidad familiar.
La delegada de Servicios Sociales ha finalizado señalando que la familia "es el primer agente de socialización, y este tipo de equipos han de ser reforzados y valorados, y su trabajo puesto en valor. Queríamos que se reconociese el trabajo que realizan cada día en nuestra localidad y se les reconociese dentro del organigrama del Ayuntamiento".
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