El próximo lunes se cumplirá un mes desde que la diputada socialista Mamen Sánchez fue proclamada alcaldesa de Jerez. Desde entonces, a la nueva regidora de la ciudad se han acumulado más de 1.100 solicitudes de reunión de colectivos, asociaciones, y distintas organizaciones de Jerez. Para los que se impacientan, Sánchez ya ha dicho que no se irá de vacaciones, y de hecho tiene aún pendiente de convocar el pleno de los nombramientos de los cargos, pero sobre la mesa también hay demandas que hay que atender a corto plazo sobre todo para conocer cuál es la postura del nuevo Gobierno municipal.
Es el caso de la próxima convocatoria de propuestas de Actuación de Desarrollo Urbano Sostenible 2014-2020 (ADUS), antes denominado Plan Urban. Se trata de uno de los proyectos estrellas del anterior Gobierno municipal de María José García-Pelayo, y que para el caso del centro histórico reservaba de más de 40 millones de euros, de los 162,6 millones a los que asciende el presupuesto global.
Teniendo en cuenta que esta inversión contemplaba obras de peso como todas las del Plan de Actuación 2014-2015 (reordenación Plaza Belén, con parking subterráneo incluido, y duplicaría el presupuesto para el Palacio Riquelme, entre otras), sin contar con la peatonalización de distintas zonas, el soterramiento de contenedores de basura, es lógico que en el seno de la asociación de vecinos del centro histórico estén impacientes por conocer cuáles son los planes de Sánchez.
No hay que perder de vista que la solicitud de esta convocatoria deben realizarla en septiembre y que estos proyectos son la tabla de salvación a la que se acogieron los vecinos para revitalizar la zona. “No sabemos si se van a mantener los proyectos, o si va a haber cambios, por eso nos urge reunirnos; no estamos hablando de cualquier cosa”, señala el presidente del colectivo, Centro Histórico, Alejandro González, que espera que Sánchez no renuncie a estos fondos.
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