Una sociedad que no respeta a sus mayores es una sociedad donde algo falla. O muchas cosas. Dicen las estadísticas hechas públicas por el Teléfono de Atención a las Personas Mayores de Andalucía que el pasado año recibió en Huelva un total de 156 llamadas de las que el 40% fueron denuncias de presuntos malos tratos o abusos al colectivo, mientras que el resto correspondió a peticiones de información. El 40 por ciento (63) fueron denuncias de presuntos malos tratos o abusos al colectivo, mientras que el resto (93) correspondió a peticiones de información. Y lo que hay detrás, que siempre es lo que más nos tiene que mover a reflexionar, ya que el mayor número de las denuncias recibidas en 2014 por supuestos casos de maltrato a mayores estuvo relacionada con situaciones de negligencia y abandono, seguidas de maltrato psicológico. No es ya que no pongamos en valor, por un lado, que todos tarde o tempranos llegamos a esas edades y queremos el mejor trato posible para un tiempo donde hay más de crepúsculo que de amanecer, pero que merece cariño, comprensión, cuidado, sino que además, no somos capaces de sacar provecho ni poner en valor la experiencia que pueden transmitirnos y que tan útil puede ser, sobre todo, en tiempos complicados. Hace falta una reflexión profunda de por qué nos cuesta tanto dar el respeto que las personas mayores merecen.
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