La Sección Primera de la Audiencia, en una sentencia a la que ha tenido acceso Efe, explica que los padres, residentes en Alcalá de Guadaíra (Sevilla), perdieron la tutela de su hija después de que el hospital de Valme detectara, en junio de 2004, que había sufrido agresiones sexuales pues presentaba maceraciones en el orificio anal y vaginal, lesiones cicatrizadas en el contorno del himen, elementos inflamatorios cronificados y vello púbico de un adulto en sus órganos sexuales.
La sentencia no duda de que la menor fue violada pero recuerda que el ADN de dicho vello púbico descartó a todo su entorno familiar y que, en sus primeras declaraciones, la niña llegó a apuntar a un joven vecino de la familia.
Además, un informe ginecológico realizado un año después, el 6 de julio de 2005, detectó que la pequeña acababa de sufrir la rotura del himen y había sufrido “abusos sexuales recientes por contacto genital, con penetración completa de un varón adulto y desproporción anatómica de genitales”.
En dichas fechas, el padre no tenía acceso a su hija por lo que “es obligado admitir que la desfloración fue obra de otro”, dice el veredicto.
La absolución se ha dictado pese a que la Fiscalía había pedido para el padre, A.R.R., 15 años de cárcel y para su esposa M.P.G.H. seis meses por, presuntamente, conocer las violaciones y no hacer nada por evitarlas, según informó a Efe su abogado defensor.
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