La dirección deportiva del Betis está cumpliendo los plazos sin duda en cuanto a la velocidad de los fichajes marcada en cuanto la competición oficial tocó a su final; si bien la operación salida, tan importante como la de los refuerzos, no acaba de arrancar en tiempo y forma.
Una tesitura que supone un problema a tener en cuenta si nos atenemos al día a día que deberán afrontar la plantilla y el cuerpo técnico con Mel a la cabeza a partir del próximo 6 de julio, fecha del calendario en la que los verdiblancos se pondrán manos a la obra para que dé comienzo la pretemporada.
La lista de transferibles parece clara, aunque con matices. Solventados los cedidos que cumplían contrato en junio, la labor de Macià consiste ahora en tratar de ubicar a los futbolistas con los que no se cuentan.
Casado, Lolo Reyes, Cejudo, Vadillo, Xavi Torres, Dani Pacheco, Sergio, Kadir y Chuli son los nueve jugadores elegidos para que abandonen la disciplina heliopolitana. Manejadas algunas ofertas, todavía no se termina por concretar ninguna.
En un segundo escalón estarían Rennella y Jordi Figueras. El caso del defensa catalán es el más recalcitrante. Su continuidad es casi obligada más por asuntos extradeportivos y Macià lo tiene complicado para deshacerse de él.
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