Los datos presentados ayer por CCOO sobre el efecto de la reforma laboral en la provincia de Jaén dejan poco a las interpretaciones, más allá de que una vez más Jaén se ha visto más perjudicada que otras regiones y provincias. Desde su entrada en vigor se han perdido 28.000 puestos de trabajo y los índices de desempleo femenino y de jóvenes son realmente escandalosos. Además, Jaén vuelve a tener el triste honor de ser la provincia donde más Expedientes de Regulación de Empleo (ERTE) se han registrado de todo el país, incluidos los temporales. Y por si todo esto fuera poco, el empleo que se crea es de muy poca calidad y altamente temporal. Todo ello ha provocado que mientras que en otras provincias y capitales en el último año se haya bajado el número de desempleados respecto al año anterior, en Jaén sigamos muy por encima de esas cifras y, además, con las familias sin ningún tipo de prestación. Como en los peores tiempos, un gran número de jienenses se han visto abocados a volver a la agricultura, principalmente a la aceituna, pendientes estos años de si la cosecha es buena o mala. En definitiva, un balance muy negativo el de la reforma laboral para Jaén, que vuelve a poner en las agendas políticas la necesidad de tomar medidas que den la vuelta de una vez por todas a esta situación dramática para tantos jienenses.
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