La tasa de vacunación en el distrito sanitario de Jerez ha alcanzado el 98,7%% de la población infantil hasta los dos años, una cifra superior a la media andaluza (96,3%) y que hace “muy improbable” la aparición de brotes de enfermedades prevenibles por vacunación si se mantienen las altas coberturas, según los datos facilitados a este periódico por la Delegación territorial de Igualdad, Salud y Políticas Sociales.
Asimismo, desde esta delegación también resaltan la estrategia decaptación vacunal en los centros escolares, lo cual ha hecho posible que el Servicio Andaluz de Salud (SAS) haya alcanzado coberturas del 97% en escolares de Primero a Sexto de Primaria el último curso.
El porcentaje es muy alto pero no es pleno, teniendo en cuenta que la vacunación en España no es obligatorio y que son los padres los que tienen la responsabilidad de decidir. ¿Cómo es el proceso?Según apuntan desde la delegación, una vez que la Unidad de Salud Pública recoge los datos de vacunación procedentes de los centros de salud, los funcionarios de la unidad se ponen en contacto vía telefónica con los padres de los niños que no han cumplido con el calendario. Por lo general, la opción de ese 2,7% de los padres responde a tres perfiles determinados: creencias, desconocimiento y familias desestructuradas.
En el primero de los casos, según la delegación, es muy difícil convencer a los progenitores sobre la conveniencia de vacunar a sus hijos. En el segundo, en cambio, suele producirse un alto porcentaje de captación por parte de los profesionales, una vez que se les informa de la necesidad de que sus hijos cumplan con el calendario. Y en el tercero, se suele ir más allá y es una trabajadora social quien se desplaza al hogar para valorar si detrás de esta señal se esconde algún problema grave de desprotección del menor. Desde la Delegación territorial de Igualdad, Salud y Políticas Sociales insisten en que los pediatras y enfermos de los centros de salud realizan un control exhaustivo de sus cupos, al igual que los centros educativos, que también ejercen un control sobre sus alumnos. En el caso de que los padres se nieguen a vacunar a sus hijos, los profesionales introducen los datos en el historial clínico del paciente, a fin de tenerlo en cuenta en un futuro. También es importante tener en cuenta que el caso de difteria detectado en Cataluña es muy poco frecuente, entre otras cosas, porque la vacuna contra esta bacteria se aplica desde hace 65 años en España y nada más aplicarse decayó la incidencia de la enfermedad en la población, según las estadísticas del Ministerio de Sanidad.
los pediatras aconsejan vacunar
La Asociación Española de Pediatría (AEP), a través de su Comité Asesor de Vacunas y de su Comité de Bioética, deja claro que las vacunas “son muy beneficiosas” a nivel individual y colectivo. Es más, aseguran que deberían ser “un derecho fundamental de todos los niños”, no obstante, la AEP, en el momento actual, dada la incidencia de enfermedades infecciosas y las coberturas actuales, “no se manifiesta favorable a que las vacunas sean obligatorias por ley”.
Eso sí, en caso de no vacunar, creen que los padres “deberían firmar un documento de no aceptación de la vacunación, admitiendo su responsabilidad por las posibles consecuencias médicas y legales de su decisión”.
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