Los discursos que realizaron en el pleno de investidura los distintos portavoces de los grupos municipales permitieron hacerse una idea de la intensa legislatura que queda por delante. El más descafeinado fue el candidato de Ganar Cádiz en común, Martín Vila, que bien parecía más un concejal de Por Cádiz sí se puede que de otra formación. Vila reafirmó el compromiso con el electorado que ha depositado en su coalición la confianza pero no escondió que estaban profundamente satisfechos “por haber contribuido al cambio y por haber ganado la batalla al bipartidismo”. Es más, aseguró que “el suyo es un voto al servicio del cambio” y que Por Cádiz sí se puede “los iba a tener como aliados”.
El candidato de Ciudadanos, Juan Manuel Pérez pronunció el discurso más sensato y fue bastante contudente a la hora de recordarle al ya alcalde que había actuado con prejuicios hacia Ciudadanos al rechazar desde el principio un diálogo con esta formación para la investidura.
“Espero que se despojen ustedes de esos prejuicios y dejen a un lado las etiquetas porque así se sentirán más libres, más felices, y nos harán felices a los demás”. Pérez Dorao recordó que su partido por medio del diálogo ha propiciado el desbloqueo del gobierno en Andalucía y lo ha hecho con la formación que hoy lo aupa a usted al sillón donde está sentando”.
Por su parte, el portavoz del PSOE, Fran González, fue el más educado de todo el pleno desde el principio. Fue el único en saludar a todos los candidatos y el único en reconocer la dedicación de Teófila Martínez a lo largo de estos 20 años. González insistió en que el sentido de su voto “no comparta nada más allá de la investidura, ni es un pacto ni es un acuerdo de legislatura”. En este sentido, reiteró que los socialistas no van a dar cheques en blanco al nuevo gobierno “ni vamos a apoyar aventuras políticas”.
Teófila Martínez insistió en que su grupo tiene más legitimidad que otros para gobernar “pero no la mayoría necesaria, por lo tanto, acato los pactos porque la ley los permite”. Martínez se comprometió a realizar una oposición “leal, firme y rigurosa porque vamos a hacer todo lo posible porque no se dé un paso atrás”.
La candidata del PP indicó que cualquier iniciativa que se realiza en la ciudad conlleva “horas, días, semanas, meses y años de muchísimo esfuerzo” y confió en que no se lleven a cabo experimentos “que sólo traen frustración a los más débiles y una dependencia de las administraciones públicas que es lo que algunos ofrecen”.
Martínez miró a José María González a los ojos para decirle que en ella nunca ha cabido el sectarismo ni el rencor y que jamás se le ha pasado la cabeza gobernar para una parte de la ciudad, porque eso es un error que un alcalde no se puede permitir”.
“No hay asamblea más democrática que la que tiene usted delante. Le reitero mis felicitaciones, mucha suerte y que nunca se encuentre frente a un grupo político cuyo único objetivo no sea acabar con los problemas, sino acabar con usted, política y socialmente, como me han hecho conmigo”.
El último en hablar fue el alcalde, José María González, quien aseguró que iba a gobernar para todos “porque cuando el paro llama a la puerta no pregunta a qué partido político se votó”. Kichi avanzó sus medidas para los próximos cien días y precisó que la primera iniciativa será bajar los sueldos de los concejales y reunirse con los funcionarios municipales.
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