A lo grande, como lo ha hecho casi todo durante sus 20 años como alcalde. Así se despidió este jueves Pedro Rodríguez de la política municipal onubense, a través de una declaración institucional en su penúltimo día como primer edil y rodeado de su guardia pretoriana, todos los concejales que lo han acompañado en los años grandes del periquismo y que a partir del sábado se quedan huérfanos de líder.
Visiblemente emocionado, Rodríguez escenificó el fin de una era en el Ayuntamiento. De la que viene ahora, no piensa formar parte, ya que este jueves anunció que no va a tomar posesión de su acta de concejal. Veinte años como alcalde son demasiados como para iniciar ahora una nueva andadura en la oposición. Esa labor le tocará a sus pupilos, que tienen cuatro años para cubrir el vacío de poder que deja Rodríguez en la bancada popular municipal.
Durante su declaración institucional aún como alcalde, ha asegurado que se va con la “conciencia muy tranquila” tras los 20 años “más felices” de su vida, porque la Alcaldía, según ha precisado, le ha permitido desarrollar “a tope” todas sus posibilidades intelectuales y valores humanos.
Durante su intervención en el salón de plenos del Ayuntamiento, también ha tenido palabras para su rival y quien le ha arrebatado el sillón consistorial, el socialista Gabriel Cruz, que se convertirá el sábado en el próximo alcalde, aunque gobernará en minoría, con once ediles. A éste le desea suerte y que trabaje por Huelva. “El nuevo alcalde sabe que siempre tendrá mi respeto y ayuda en todo lo que sea bueno para Huelva y los onubenses”, ha insistido.
“He estado reflexionando durante todos estos días sobre mi futuro personal y político y, tras haberlo consultado con mis compañeros más próximos, colaboradores y con mi familia, he considerado que era el momento oportuno de dejar el Ayuntamiento y así poner fin a mis 20 años de alcalde”, ha remarcado.
En este punto, ha precisado que se va con “la satisfacción de haber cumplido y el honor de haber servido a la ciudad”, en la que, muchas veces, se ha sentido “profeta” en su tierra. No obstante, asegura que está a disposición del Partido Popular para lo que “sea conveniente para seguir trabajando por Huelva”.
Rodríguez ha destacado que “siempre” ha hecho gala de su onubensismo, de lo que se siente “muy orgulloso”, ya que, según ha asegurado, “nada” le satisface más que ser alcalde de su ciudad. “He sido feliz como alcalde por haberme implicado en la felicidad pública defendiendo los intereses generales”, ha remarcado, “especialmente de los más desfavorecidos”. Además, ha presumido de dejar “una ciudad muy cambiada urbanísticamente y también en la mentalidad de los onubenses”.
A punto de cumplir los 71 años, asegura que deja la Alcaldía como vino, “ligero de equipaje y agradecido a los onubenses”. Además, entonando un tibio ‘mea culpa’, ha asegurado que “sé que es muy difícil, por no decir imposible, contentar a todos, pero mis acciones siempre se han guiado por el bien común”, a lo que ha añadido que “pido perdón a quien haya podido perjudicar o a quien piense que podía haber actuado de diferente manera”.
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