El jurado popular ha recibido hoy el objeto de veredicto respecto al hombre acusado de atropellar con su coche y matar a otro de forma intencionada en 2013 en una calle de Sevilla después de recibir una agresión en el cuello con una botella de cristal rota.
Tras recibir el objeto del veredicto, los miembros del jurado tendrán que decidir si J.S.B., de 46 años, es o no culpable del delito de asesinato que le imputa la Fiscalía, que pide 20 años de cárcel y una indemnización de 300.000 euros para los dos hermanos de la víctima, su exnovia y su dos hijas gemelas.
El abogado defensor, Manuel Castaño, por su parte, pide cuatro años de cárcel para el acusado porque considera que se pueden aplicar cuatro eximentes: intoxicación etílica, arrebato u obcecación, reparación del daño (entregó 44.000 euros el primer día del juicio) y colaboración con la justicia.
En el juicio, celebrado en la Audiencia de Sevilla, el acusado reconoció el atropello de un hombre que andaba por la acera y que minutos antes le agredió en el cuello con una botella rota, y dijo que lo hizo porque se volvió "loco" tras beber siete cervezas y diez cubatas.
"Iba para el hospital, lo vi, di un volantazo y ya está", indicó el acusado para explicar que atropelló a la víctima a menos de doscientos metros del bar la Trocha, en el que fue agredido.
En su declaración, explicó que ayudó al dueño del local a expulsar a un cliente que estaba molestando a las mujeres y que regresó al bar cuando estaban las persianas cerradas, a las que golpeó con una botella de cristal.
Al salir junto al dueño del local para recriminarle los golpes, aseguró que recibió una agresión en el cuello que le hizo "sangrar como un cerdo", por lo que se montó en su turismo con otras tres personas y con intención de ir a curarse al hospital.
Sin embargo, ha afirmado que a menos de doscientos metros se encontró con su agresor, que había consumido cocaína, hachís y alcohol, se subió en la acera y lo atropelló, tras lo cual regresó al local y recogió a su novia y se dirigió al hospital Virgen del Rocío, donde le dieron cuatro puntos de sutura y recibió el alta a las dos horas.
La fiscal Ana María Linares, sin embargo, considera que el acusado actuó con "toda la sangre fría y crueldad del mundo" cuando se dirigió con su turismo "a toda velocidad" hacia el hombre que le había agredido en el cuello y lo atropelló "al menos" una vez tras recorrer 26 metros por la acera y le causó la muerte casi al instante.
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