El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha destacado que "el fin de la violencia" no puede suponer "pasar página sin clarificación, reconocimientos, ni crítica explicita sobre lo sucedido". Además, ha anunciado que el Gobierno vasco iniciará una "nueva etapa" en materia de víctimas y ha hecho "autocrítica" sobre el trato dado a estos damnificados. En este sentido, se ha comprometido a que la memoria y el dolor de la víctimas "no queden relegados por una mirada al futuro que olvide el pasado".
El presidente del Gobierno vasco ha inaugurado este viernes en la Cámara de Gipuzkoa la jornada 'Víctimas del Terrorismo y Sociedad', donde ha remarcado que el Ejecutivo vasco quiere iniciar "una nueva etapa en materia de víctimas", asentada sobre tres pilares: "una reflexión autocrítica, la determinación de defender un mínimo ético y la voluntad centrada en el objetivo de unir".
En este sentido, ha abogado por compartir "un sentimiento de autocrítica" porque "debemos reconocer que llegamos tarde a la sensibilidad y respuesta que merecían las víctimas".
"DEBIMOS REACCIONAR MEJOR"
"Asumimos la autocrítica porque debimos reaccionar antes y hacerlo mejor porque, a partir de los años 90, ocurrió que la intensidad de la división política desdibujó la unidad en la solidaridad con las víctimas y el rechazo a la violencia, algo que de manera injusta e inaceptable hoy todavía sucede", ha lamentado.
Por ello, se ha comprometido a que la memoria y el dolor de la víctimas "no queden relegados por una mirada al futuro que olvide el pasado".
"El fin de la violencia no puede suponer pasar página sin clarificación, reconocimientos ni crítica explicita sobre lo sucedido. El Gobierno vasco se opone y opondrá a cualquier historia justificadora de la violencia o de las vulneraciones de derechos humanos. Éste es el mínimo ético indispensable para constituir el futuro", ha añadido.
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