Huelva

Se acabó lo que se daba

El Recreativo consuma en Pamplona su descenso a Segunda División B (2-0)

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  • Decepción tras la derrota -

Era ganar o morir. Y el Decano murió. Tras una agónica competición, el Recreativo de Huelva consumó este domingo en Pamplona su descenso al pozo de la Segunda B. Mermado por las ausencias en ataque, frágil, muy frágil, en defensa, y con menos espíritu que su rival Osasuna en la final directa por la permanencia, el conjunto albiazul vivió una de las fechas más tristes de su historia poniendo fin a la dramática temporada del 125 Aniversario.
   Domínguez apostó, ante las bajas de Antonio Domínguez y Caye Quintana, por un once sin delantero de referencia, con Manu Molina haciendo las funciones de falso 9, con Pedro Ríos y Núñez de enganche con la medular y confiando en ir madurando el partido. Tras un inicio igualado, y con una lucha encarnizada en el centro del campo, el Recre tuvo la primera clara en el minuto 11, cuando Menosse remató de cabeza ligeramente desviado un balón parado.
   Precisamente en el balón parado llegaría la guillotina del Decano. 1-0. Minuto 15. Falta en la derecha del ataque rojillo que comete Jesús Vázquez. Centro al segundo palo, donde Vujadinovic le gana la partida a Núñez y conecta un remate a bocajarro que, aunque tocado por Sotres, se acabó colando en la portería albiazul. A partir de ahí, el partido entró en minutos de dominio absoluto del Osasuna, espoleado por una afición que llenó el Sadar. Pese a ello, el Recre supo reponerse y, por momentos, tuvo opciones para devolver las tablas al marcador. En el 23’, Núñez no llegó por poco en boca de gol a una falta botada desde la izquierda. De nuevo Núñez en el 29’ conectó un remate forzado con la derecha que se marchó por encima del larguero de Riesgo. Y la más clara llegó en el 34’. Fue en un tres para dos en una contra, el balón llegó a Núñez, que se paró en la frontal, se posicionó para el disparo, pero el balón se marchó rozando el palo izquierdo de la portería rojilla. Se acabó el Recre.
   Cerca del final de la primera parte, llegó la sentencia rojilla con un gol casi calcado al primero. 2-0. Minuto 42. Falta desde la derecha, el balón llega al corazón del área albiazul, es prolongado al segundo palo y David García empala con la izquierda y bate a Sotres.

Segunda parte tortuosa
José Domínguez dio entrada a Rubén Mesa por Diego Jiménez con la intención de que una referencia arriba llevara peligro para lograr la machada. Pero nada. Sólo en los primeros minutos mantuvo el Decano algo de insistencia y competitividad, pero conforme fue avanzando el segundo acto y los jugadores se dieron cuenta de la incapacidad para meter miedo, la fe su fue diluyendo y sólo era cuestión de tiempo que se consumara la tragedia deportiva.
   El equipo deambulaba por El Sadar como alma en pena, sin criterio ni recursos para, al menos, morir con las botas puestas. El Osasuna, cada vez más cómodo, no quiso hacer más sangre y dejó que el tiempo pasara mientras que los jugadores del Recre acabaron muriendo y lanzando al pozo de la Segunda B a un club que no jugaba en esta categoría de bronce desde la temporada 1997/98. Se acabó lo que se daba.

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