Familiares de las víctimas de la matanza de Srebrenica, en la que más de 8.000 varones bosniomusulmanes fueron asesinados por tropas de los serbios de Bosnia, no olvidan y veinte años después siguen reclamado que "se haga justicia".
"Queremos contar al mundo lo que pasó y buscamos justicia, justicia para los crímenes, para el genocidio cometido en Srebrenica", dijo Kada Hotic, de la "Asociación Madres de Srebrenica".
En una conversación con un grupo de periodistas en Sarajevo, está mujer que ronda los 80 años y que perdió a su esposo y a dos cuñados en la matanza, recordó los terribles acontecimientos ocurridos aquel 11 de julio de 1995 y en los días y meses posteriores.
"Queremos justicia porque todo el mundo tiene derecho a que se haga justicia", insistió, para reconocer que no espera que se haga en su país porque los serbios "no admiten el genocidio".
Desgrana lentamente como en los días previos a la masacre, cometida por fuerzas serbobosnias al mando del general Ratko Mladic, cuando el enclave estaba bajo protección de "cascos azules" holandeses, elementos de las fuerzas serbias habían tomado posiciones en la localidad y los bosques de sus alrededores inadvertidamente.
Confiesa que la actitud de sus "vecinos serbios" les tomó "por sorpresa" porque no podían imaginar que se sumarían a la campaña del entonces presidente de Serbia Slodoban Milosevic.
"Antes de la guerra no había diferencias entre nosotros", aseguró Kada, que recordó que en Srebrenica, de unos 31.000 habitantes entonces, la mayoría eran musulmanes, un 76 %, pero que había "mezquitas, e iglesias ortodoxas y católicas también".
Hace hincapié en que en la matanza "no hubo selección" a la hora de decidir las víctimas, ya que "ancianos, hombres, adolescentes y niños" fueron asesinados "con el fin de crear la gran Serbia".
Según Hotic, la asociación tiene documentada la desaparición ese día de 10.700 personas. Unos 8.000 varones musulmanes se considera que fueron asesinados tras la entrada de las fuerzas serbobosnias, pocos meses antes del fin de la guerra civil (1992-1995).
Veinte años después, todavía no se han exhumado e identificado los cadáveres de todas las víctimas.
Según los últimos datos de las autoridades bosnias, han sido exhumados 7.075. El cementerio del centro memorial de Potocari, en las proximidades de Srebrenica, alberga los restos que fueron recogidos de fosas comunes y cuya identidad fue establecida por análisis de ADN.
La Asociación de Hotic fue creada por un grupo de mujeres que perdieron a miembros de sus familias en la matanza y que luchan por esclarecer el destino de las personas que siguen desaparecidas y porque "se haga justicia" a los muertos.
Lo que les interesa es "mantener la memoria" de sus "hijos, hermanos y maridos", dice Kada, que se indigna al recordar la actuación de la ONU, representada entones en su ciudad por cascos azules holandeses.
"Ellos (las autoridades de Holanda) admitieron su responsabilidad, pero solo una parte y deben admitirla por todo", señala.
"Queremos justicia, pero no la tendremos aquí. Los serbios no admiten el genocidio", agregó Kada Hotic, que criticó unas recientes declaraciones del representante serbio en la Presidencia bosnia y presidente de turno en ejercicio, Mladen Ivanic, quien insinuó que no acudirá el próximo 11 de julio a la gran ceremonia que se prepara en Srebrenica en conmemoración del vigésimo aniversario de la matanza.
Ivanic dio a entender que podría no acudir a la ceremonia, al señalar que considera que las víctimas musulmanas han sido politizadas.
Esa conmemoración, que se espera que reúna en la localidad bosnia a personalidades internacionales, es valorada de distintas manera.
Aunque reconoció "la tragedia" de lo ocurrido en Srebrenica, el jefe del gabinete de Ivanic, Pedrag Grbic, señaló a un grupo de periodistas, entre ellos Efe, al ser preguntado sobre ese tema que en la guerra también hubo "muchas víctimas serbias".
Borka Rudic, de la Asociación de Periodistas de Bosnia-Herzegovina, considera que si el presidente no va "será una irreverencia".
A punto de cumplirse veinte años de la tragedia, Kada Hotic, que perdió a su marido y a sus dos cuñados, además de a 56 personas ligadas a su familia durante la guerra, asegura que no puede perdonar: "No tengo derecho a perdonar".
El general Ratko Mladic y Radovan Karadzic, los líderes militar y político serbobosnios en el momento de la masacre, están siendo procesados en el Tribunal Penal Internacional para la Antigua Yugoslavia (TPIY) por genocidio.
Kada Hotic expresó su extrañeza por el hecho de que muchos de los procesados por la guerra no reciban sus sentencias y sufran graves enfermedades, e ironizó sobre "el misterioso cáncer" que parece rondar La Haya, donde está la cárcel del TPIY.
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