Andalucía

Una lucha por la igualdad, en San Roque

Hoy mismo se comenzará a trabajar en los estatutos de ‘De Persona a Persona’. Un joven de San Roque planea crear un colectivo de lesbianas, gays, bisexuales, transexuales en el que tendrán cabida los heterosexuales. Cuenta a VIVA cómo “salió del armario” y todo lo que sufrió

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Hay momentos en esta vida que resultan mucho más fáciles de llevar si tienes a tu lado personas que te comprenden y que han pasado por tu misma experiencia.
Por eso, Óscar Fernández, un joven sanroqueño, se ha propuesto poner en marcha una asociación en la que puedan encontrar asesoramiento todos aquellos que se den cuenta de que su orientación sexual es diferente a la que todavía impera en esta sociedad del siglo XXI.
“Yo salí del armario con 19 años, hace ahora 10. Le conté a mi madre que era homosexual y, aunque al principio se lo tomó bien, en un mes se marchó de casa. Me abandonó. Dijo que se avergonzaba de mí y que era un peso para ella”, relata a VIVA aún con el sufrimiento de quien se sintió dolido, maltratado y rechazado.
Pero no solo en ella encontró un muro. “En el instituto llegaron a tirarme por la escalera”, recuerda, así que tras varios incidentes, optó por dejar los estudios en tercero de la ESO.
Llegó incluso a ver en el suicidio la única vía de escape. Por eso, ahora que todo aquello ha conseguido superarlo, quiere poner en marcha De Personas a Personas. Es el nombre que ha elegido para la asociación con la que sueña y en la que tendrían cabida personas de toda índole sexual. “Me gustaría que nos reuniéramos gays, lesbianas, bisexuales, transexuales y también heterosexuales, porque de la experiencia de cada uno podríamos aprender todos”.
Expuso su idea en el grupo de Facebook San Roque Vivo, que está colaborando con él, y en un día tenía 300 “me gusta” y multitud de mensajes de apoyo y ofertas de colaboración.
Hoy mismo, “con la ayuda de Carlos Gómez, empezaremos a trabajar en los estatutos de la asociación”. Cuenta también con la ayuda de Lucía Calvente, que forma parte de un colectivo parecido de la zona.
Se siente abrumado por la enorme acogida, pero tiene claro que su idea debe ser un éxito. “Tenemos que adaptarnos a la sociedad  y debemos conseguir que  nos vean como a personas. Esto no es una enfermedad. Y hay que aprender a no reprimirse”.
Y es que, como todo, en esta vida, es más fácil teniendo a alguien al lado.  

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