Este Betis ya otea el horizonte de un futuro que lo situará en Primera. Tras la resaca del anhelado y obligatorio ascenso, el club heliopolitano comienza a planificar la que será una temporada clave para asentar las bases del Betis del futuro y en el que no se contempla de ninguna de las maneras bajar a Segunda.
Ya avisaba Juan Carlos Ollero que ficharán pocos jugadores pero buenos. Una media docena de futbolistas que llegarán para conformar la nueva columna vertebral del conjunto de Pepe Mel. Aunque antes de que el nuevo director deportivo, Eduardo Maciá, se ponga manos a la obra, a la partida de gastos deberá incluirle dos millones y medio de euros a razón de tres jugadores verdiblancos.
Por una parte, para llevar a efectos los fichajes de dos futbolistas cedidos y que en caso de ascenso se estipuló la obligación de acometer ambos traspasos. Primeramente con Kadir, que llegó el pasado verano procedente del Olympique de Marsella, y por el que el club verdiblanco deberá abonar 650.000 euros, a pesar de que sus prestaciones no han sido las esperadas.
Del mismo modo, el Betis tendrá que pagarle un millón de euros al Málaga por Portillo, por el que Mel sí espera que sea una pieza clave en Primera. Y por último, con N’Diaye, que sí es futbolista bético desde el pasado junio, pero su costo se estableció en tres pagos.
En esta ocasión hay que abonar 750.000 euros correspondiente al segundo pago. Por lo tanto, El Betis antes de fichar deberá ponerse al día.
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