La nueva Corporación municipal no va a tener semejanza con ninguna de las otras surgidas tras los comicios locales, con independencia de quien acceda finalmente al sillón de la Alcaldía. De entrada, la Corporación estará integrada por cinco formaciones políticas, algo que nunca antes había ocurrido. Además, con pactos o sin ellos, la gobernabilidad no va a resultar nada sencilla.
A priori existen dos posibilidades. La primera es que María José García-Pelayo conserve la Alcaldía como fuerza más votada y gobierne en solitario. No sería la primera vez que ocurre algo similar. En 1995, Pacheco (PAP) perdió la mayoría absoluta y debió gobernar con doce concejales, uno más de los que ahora tiene el PP.
Los populares fueron entonces la segunda fuerza más votada, con siete ediles; mientras que PSOE e IULV-CA obtuvieron cinco y tres concejales, respectivamente.
En 1999 se mantuvo una correlación de fuerzas muy similar, con doce concejales para Pacheco, siete para el PP, seis para el PSOE y dos para IULV-CA. Tampoco hubo pacto, salvo en el último tramo de la legislatura, cuando el PA cedió una delegación a IULV-CA a cambio de que aprobara el presupuesto. Hubo por tanto dos legislaturas de mayoría simple y acuerdos puntuales con determinadas formaciones.
Desde 1979 se han cerrado pactos de gobierno en dos legislaturas. Tras las primeras elecciones municipales, el PSA de Pedro Pacheco fue la lista más votada, con el respaldo del 28,11 por ciento de los votantes y ocho concejales. La UCD de Juan Corchado obtuvo siete concejales, mientras que PCE y PSOE lograron seis.
El PSA cerró un tripartito con PCE y PSOE que garantizó la estabilidad durante esos cuatro años, algo de lo que posteriormente se aprovecharía Pedro Pacheco, que sumaría mayorías absolutas en 1983, 1987 y 1991.
Tras dos gobiernos en minoría -los de 1995 y 1999-, el histórico líder andalucista perdió sus primeras elecciones en 2003. El PSOE de Pilar Sánchez logró nueve concejales, los mismos que el PSA de Pacheco y uno más que el PP de García-Pelayo.
Como se recordará, PSA y PP cerraron un pacto de gobierno que llevó a la Alcaldía a García-Pelayo, con ocho concejales y un respaldo del 27,58 por ciento de los votantes. Año y medio después se rompió el pacto y asumió la Alcaldía Pilar Sánchez, en base a otro acuerdo de gobierno suscrito con el PSA. Sánchez tenía nueve concejales y el apoyo del 32,22 por ciento de los electores.
Un escenario nuevo
Posteriormente ganarían con mayoría absoluta el PSOE (2007) y el PP (2011), en ambos casos con quince concejales y un respaldo del 51,03 y el 46,39 por ciento de los votantes, respectivamente.
Tanto el PSA de 1979 como el PP en 2003 y el PSOE en 2005 arroparon a sus respectivos alcaldes con grupos municipales integrados por ocho o más concejales. En este caso, Mamen Sánchez únicamente tendría el respaldo de siete ediles socialistas y un apoyo del 24,20 por ciento de los votantes, en lo que sería el grupo municipal de gobierno más reducido de la historia de la democracia en Jerez, lo que sin duda le obligaría a alcanzar acuerdos casi permanentes con el resto de fuerzas políticas.
Con pactos o sin ellos, gobierne el PP o el PSOE, todo apunta a que quien finalmente acceda a la Alcaldía deberá mantener una comunicación fluida con el resto de formaciones políticas, ya que siempre tendrá sobre sí la espada de Damocles en forma de posible moción de censura.
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