De los 11.612 incendios registrados en España, las Fiscalías llevaron a los tribunales 385 casos en los que se imputaron o detuvieron a 436 personas (el 15,5% más que un año antes).
Según la Memoria de la Fiscalía, tres de cada cuatro incendios (287) fueron originados por negligencia o imprudencia.
La mayoría de las imprudencias se debieron a la quema de rastrojos y a la limpieza de zonas agrícolas o forestales (el 61,3% de las negligencias), el uso de maquinaria (10,8%), la limpieza de zonas próximas a tendidos eléctricos (10,4%) y las chispas del ferrocarril (1,3%).
Por otro lado, en el 24,1% de los incendios hubo intencionalidad por parte de los imputados o detenidos que iniciaron el fuego para regenerar pastos (12,9%), por venganza familiar o vecinal (11,8%), por piromanía (15%) y por trastorno de las facultades mentales (3,2%).
No obstante, en un 58% de los casos, la Fiscalía no pudo determinar el móvil del incendio, y en el 1,5% el fuego se inició por accidente.
De los 385 incendios procesados, 217 afectaron a una extensión menor a una hectárea (los llamados conatos), otros 164 alcanzaron una extensión superior a esa medida, tres tuvieron la consideración de gran incendio (más de quinientas hectáreas) y en los restantes se desconocen las dimensiones exactas del incendio.
En cuanto a las Fuerzas de Seguridad que instruyeron las diligencias por estos hechos, la Guardia Civil intervino en 164 incendios, la Policía Autónoma en 185, y los Agentes Rurales de Cataluña en otros 43 incendios.
A pocos meses de que comience la temporada de verano, entre el 1 de enero y el 31 de marzo de este año, se han registrado ya 5.034 incendios forestales (un gran incendio, 2.454 conatos y 2.580 fuegos), según los últimos datos del Ministerio de Medio Ambiente.
En esos incendios se han quemado 23.712 hectáreas de superficie forestal y 18.523 hectáreas de matorral y monte abierto.
Por localización, el 73,7% de los siniestros registrados en lo que va de año han tenido lugar en el noroeste peninsular, el 21,6% en las comunidades interiores, el 4,5% en el área mediterránea y el 0,08% en Canarias.
Doñana, ecosistema más amenazado
El informe de Greenpeace sobre el impacto del cambio climático en España alerta de las crecientes amenazas para la supervivencia de Doñana por el impacto del calentamiento global, el desvío de caudales para usos comerciales o el aumento del nivel del mar.
Según este informe, el cambio climático puede ser “un factor determinante” para el futuro “de una parte significativa de los humedales españoles”, entre ellos Doñana, “uno de los humedales más importantes de Europa pero que, lamentablemente, también constituye un ejemplo concreto de los más vulnerables al cambio climático”.
Esta organización ecologista sostiene que la amenaza sobre las marismas del Guadalquivir “no puede desvincularse” de su degradación general.
Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es