Pasados ya algunos días de la tragedia del A400M, hemos tenido algo de tiempo para analizar algunas de las reacciones. La reacción que yo destacaría ha sido la de gran nerviosismo por parte de las autoridades, tanto civiles como militares, e incluso la de los responsables de la empresa propietaria del avión. Pero los árboles no nos pueden impedir ver el bosque.
En un proyecto que implica hacer un avión de la nada, los procesos de verificación son casi infinitos y esa es la razón por la que cuando nos montamos en un avión comercial, el modelo -o incluso el propio aparato- es el mismo que el de hace 20 años, o más. En la aviación los plazos son muy largos, tanto en sus procesos de construcción como de amortización. Hablamos de varias décadas hasta tener una aeronave amortizada.
El objetivo de este proyecto era doble: realizar un macroproyecto de espíritu europeo que aglutinara I+D e industria intraeuropea, así como la sustitución de los aviones Hércules de manufactura americana. Y este proceso no es fácil y pueden ocurrir tragedias como la vivida. El nivel de siniestralidad del avión como medio de transporte es bajísimo. Pero existe. Y también en sus fases de pruebas. A más y más.
Poco hasta ahora se ha dicho sobre la importancia estratégica para Sevilla y Andalucía. Bueno, casi nada, más allá de mis propias palabras a partir de declaraciones a agencias después de un post en el blog de la Universidad Loyola Andalucía (¡Las redes funcionan!). Cierto es que pasada la primera oleada ya se están escuchando voces llamando a la calma y a lo importante del proyecto para España, Andalucía y, sobre todo, Sevilla.
Como ya hemos comentado con anterioridad en un trabajo que tenemos pendiente de publicación en la revista Economía Industrial, del Ministerio de Industria, demostramos el impacto anual que tendrá el programa A400M sobre la economía sevillana y andaluza una vez lanzada la producción en serie. Este impacto se mide como el efecto sobre el output total de la economía. Para ello se simula un shock medio para todo el periodo en el que estará en producción el programa, en su horizonte actual, sabiendo que realmente variará de un año a otro según se vaya progresando en la fase de producción.
En base a la valoración total del programa (28.000 millones de euros), la estimación de la parte ya incurrida (8.000 millones de euros), la participación española en el programa y la carga de trabajo asignada a las factorías andaluzas (12% a las sevillanas y un 3% a las gaditanas), y el horizonte temporal del programa (hasta 2025), se estima un shock anual de 231 millones de euros a nivel andaluz y 185 a nivel de Sevilla. Este shock se introduce en el modelo como un aumento en la demanda final del sector Construcción de Aeronaves. El resultado de este shock es un incremento en el output productivo de 597 millones de euros anuales para la economía andaluza y de 416 para la sevillana. Su impacto anual en salarios es de más de 90 millones de euros en Andalucía, y de 60 en Sevilla.
Con estos datos, y a modo de ejemplo, sólo en recaudación vía IRPF (suponiendo un tipo medio del 20% para los salarios asociados a este sector, y que el 50% de la recaudación vía este impuesto se destina al tramo regional) el programa supone unos 11 millones de euros anuales para la Hacienda andaluza, que en un horizonte estimado de producción de 13 años (y no se estarían considerando las rentas generadas durante la fase de desarrollo del programa, previa a su puesta en producción en serie, ni la posible extensión de la producción vía contratos de exportación, ni la construcción de las infraestructuras) significarían unos 117 millones de euros.
Y creo que incluso nos podríamos estar quedando cortos. Después de los procesos reorganizativos que el programa ha tenido desde 2010, probablemente el peso que recae en la parte española sea ahora, en 2015, incluso mayor, y algo también de este aumento habrá impactado en Andalucía (las últimas noticias son que 200 puestos se mueven desde Toulouse a Sevilla a partir de este verano). Lo dicho. No hay que precipitarse. Aunque alguno ya lo ha hecho…
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