Estaba programado para el día 23 en el Patio del Castillo de San Romualdo dentro de la programación que ha puesto en marcha el Ayuntamiento de San Fernando para dar a conocer el castillo con la primera fase de las obras terminadas y listo para utilizarse como un centro cultural de primer grado.
Pero a poco de empezar comenzó a llover lo suficiente como para aplazarlo a este jueves 30 de abril, víspera de fiesta. Y esta vez sí hubo concierto De Buenos aires a Cádiz, esa idea puesta en marcha por el que fue la guitarra de La voz de América Latina, la desaparecida Mercedes Sosa, el guitarrista Jorge Giuliano, cuando decide unir su música a la del cantaor Joaquín de Sola.
Es la canción sudamericana que se ha dado a conocer en el último tramo del siglo pasado. No hay más misterio, sobre todo cuando es Giuliano quien canta. Sólo que ahora sabe y suena a flamenco, no excesivamente, en una mezcla en la que parece que el acuerdo es huir de exageraciones y dejarlo ahí, en un tócalo pero no lo aprietes.
Así va transcurriendo el recital, con suavidad calculada, con la dulzura de la música de Hispanoamérica que no latina, a no ser que hablen latín allá todavía. O que alguna vez lo hubieran hablado, salvo los curas evangelizadores y algo más en muchos casos.
Donde hay un argentino hay un lugar para la poesía y esa la puso Santiago Muñoz, voz profunda como la historia del castillo y si el espectáculo se llama De Buenos Aires a Cádiz, hay espacio para los cantes de Cádiz, con la colaboración de Carlos Rey a la guitarra…
Merece la pena sentarse a escuchar al aire libre, aunque la música no sea muy amiga del aire, esa mezcla bien calculada y bien interpretada, esas canciones de siempre con aires nuevos, esa innovación que siempre es bienvenida.
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