Los Mossos d'Esquadra han detenido a diez trabajadores de un prostíbulo del distrito barcelonés de Sarrià-Sant Gervasi por presuntamente robar a al menos once clientes después de drogarlos, y han emitido órdenes de búsqueda y captura para otras dos personas más.
Los detenidos son nueve mujeres que ejercían de prostitutas o camareras --de entre 24 y 41 años y nacionalidades ecuatoriana, venezolana y colombiana-- y el propietario, un hombre alemán de 51 años.
La investigación se inició tras varias denuncias de las víctimas, que tras contratar un servicio de prostitución y tomarse una copa empezaban a encontrarse muy mal en la habitación, en algunos casos llegando a perder el conocimiento.
En ese momento, los detenidos aprovechaban para robarles dinero y hacer grandes pagos con sus tarjetas de crédito, tras lo que les echaban del local dejándoles solos, desorientados y sin dinero en la calle.
La policía realizó analíticas a las víctimas y detectó elevadas dosis en la sangre de sustancias como benzodiazepineas, anfetaminas, cocaína y cristal (MDMA), entre otras.
El 3 de marzo registraron el local y descubrieron que de las 43 chicas que trabajaban en él, 23 llevaban encima droga, presuntamente para usarla con los clientes, por lo que también se levantaros actas por tenencia de estupefacientes.
Los detenidos, que no tenían antecedentes policiales, pasaron a disposición judicial el 25 de marzo, tras lo que el juez decretó prisión para dos de las detenidas y libertad a la espera del juicio para el resto.
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