Después de varias horas de reunión en las que tomaron parte la Real Federación Española de Fútbol y los dos finalistas; Athletic de Bilbao y FC Barcelona, se decidió, ya a última hora de la tarde, que la sede del encuentro entre vascos y catalanes en la Copa del Rey, será definitivamente el Camp Nou.
Una noticia que ha disgustado principalmente a la Federación Andaluza de Fútbol por un lado; y por otro, al propio Betis, pues de haber podido albergar un acontecimiento de tal enjundia a nivel nacional, hubiese supuesto además de un aumento en la imagen de la entidad verdiblanca, una importante inyección a nivel económico que hubiese caído como agua de mayo en las arcas heliopolitanas.
La propuesta del Benito Villamarín no fue contemplada en ningún momento por parte de Athletic y Barça en el comité citado anteriormente; por lo que la elección del recinto fue tomada de forma unilateral por la Junta Directiva de la RFEF, que descartaba en primer lugar la candidatura verdiblanca junto a la valenciana en Mestalla, seleccionando el coliseo catalán como el encargado de acoger al final copera del próximo sábado 30 de mayo.
Tendrá que esperar por tanto el Betis una nueva oportunidad de presumir de estadio en un evento de tal magnitud, pues se quedó a las puertas.
El juez Carretero, orgulloso de ser un bético de a pie
“Día 1, gran colaboración de grandes profesionales, a pesar de la tensión que podía respirase, no hubo ningún tipo de incidentes, así da gusto. No tengo relación con ninguna fundación ni con ningún grupo, ni lo quiero tener. Sí soy bético de a pie, y es mi orgullo”, dijo el juez encargado del caso de Farusa a través de su Twitter.
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