Tras más de un mes de espera y calvario, la familia del corralero roteño desaparecido el pasado día de Reyes ha podido al fin darle descanso eterno a su familiar, ya que según ha comunicado la familia a Viva Rota, en el día de ayer se producía la repatriación del cuerpo, que su familia ha incinerado para al fin darle la despedida que ansiaban.
Ha sido un proceso largo y cansado por el que ha tenido que pasar esta familia roteña desde que José Carmona, de 49 años de edad, desapareciese la mañana del 6 de enero mientras faenaba en los corrales de Rota. Tras un amplio dispositivo de búsqueda que no dio resultados, finalmente su cuerpo aparecía días después en una playa de la ciudad marroquí de Assilah, portando una cartera que fue clave para su identificación. En ese momento comenzó un largo proceso para la familia, que se dilató de forma "excesiva", según el propio portavoz de la familia trasladaba a este periódico. Tras la realización de las pruebas de ADN, cuyos resultados tardaron nueve días en tenerse, al fin fueron enviadas a Marruecos para la identificación definitiva, pero no fue hasta ayer cuando finalmente José pudo volver a casa y descansar eternamente, dando a su vez descanso a sus familiares, esposa, hijas, hermanos, padres, y demás familia y seres queridos del corralero. Una espera de 29 días que tuvo ayer su final.
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