Un conductor, cuyas iniciales no han trascendido, resultó herido leve en un aparatoso accidente tras perder el control del Citröen que conducía en la avenida Blas Infante en la madrugada del domingo y llevarse por delante tres coches estacionados, desplazándose otros 100 metros en los que invadió la acera. Pero ahí no acabó todo, en ese intervalo arrancó de cuajo un semáforo, y se empotró contra una farola y varios árboles hasta que su vehículo volcó, quedando completamente destrozado.
Hasta el lugar de los hechos se trasladaron efectivos de la Policía Local, del 061 y los bomberos, que prácticamente consideraron un milagro que el conductor saliera por su propio pie del coche, aunque con mucha sangre en la cara y fuertes dolores en las costillas, posiblemente por haberse fracturado algunas por el fuerte golpe.
Por ello, pese a estar perfectamente consciente todo el tiempo, los efectivos sanitarios decidieron trasladarlo al Hospital de Jerez para una evaluación más profunda. Según informaron fuentes de la investigación el conductor les explicó que se “despistó” al abrir un caramelo al volante. Eran las 04.00 horas aproximadamente, regresaba de trabajar y decidió tomarse un coca cola y una copa, aunque aparentemente no presentaba síntomas de ir ebrio. No obstante, sí podría haber excedido la velocidad recomendada.
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