La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) ha enviado un escrito a la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias denunciando la “falta de médicos” que sufre la prisión de Botafuegos, en Algeciras.
En un comunicado, el sindicato ha indicado que solicita a la subdirectora general de Recursos Humanos que cubra las plazas vacantes para que la atención médica sea “adecuada”.
En su escrito, CSIF expone que la prisión “debería contar con nueve facultativos de carrera más dos interinos”, según la Relación de Puestos de Trabajo (RPT). Sin embargo, añaden, “actualmente solo hay cuatro médicos, uno de ellos de baja médica por enfermedad, y un interino cuyo contrato finaliza en junio, después de que a mediados del mes pasado cesaran otros dos médicos interinos”.
Para CSIF es “una tomadura de pelo” a los profesionales de Algeciras que haya otros centros penitenciarios con “hasta trece médicos”. Al mismo tiempo, subraya que el centro penitenciario de Algeciras carece, desde noviembre de 2011, de un subdirector médico, “cuando en la mayoría de las prisiones cuentan con un subdirector médico encabezando la plantilla de facultativos”.
Esta situación, en una prisión como ésta, señalan, está “poniendo en riesgo la salud de los internos, así como la de los trabajadores”, además de impedir una “razonable” conciliación de la vida familiar y laboral de los funcionarios médicos, que están trabajando “más de 80 horas a la semana”, al tener que cubrir las guardias y jornadas pensadas para nueve facultativos en plantilla.
CSIF recuerda que la prisión de Botafuegos, por ser considerada desde hace unos años como centro de tránsito, cuenta con el volumen de altas, bajas y movimiento de internos “más alto del país junto con Soto del Real (Madrid)”.
Recuerda el sindicato que en 2014 se registraron en Algeciras 6.064 movimientos, de los cuales 2.753 fueron altas y a día de hoy cuenta con más de 1.530 internos, cifra que “no alcanza ninguna prisión de España”.
CSIF subraya que “cada uno de estos movimientos de lleva aparejado un reconocimiento médico y su posterior seguimiento”, que debe repartirse entre los tres médicos que quedan en la prisión, “sin tener en cuenta la atención al resto de reclusos”.
Denuncian también que a las labores de estos tres médicos se suma el hecho de que en este centro la población interna tiene una “alta prevalencia de enfermedades infecciosas como VIH o Hepatitis C, patologías psiquiátricas, toxicomanías y patologías crónicas graves”. Esta situación, además, se agrava por la “escasa o nula” asistencia de especialistas al centro, salvo un psiquiatra cada tres meses y un internista “cuya última visita fue en junio del año pasado”.
CSIF quiere hacer constar que las quejas por deficiencias en la atención médica son “constantes” en el Juzgado de Vigilancia Penitenciaria. “El servicio médico de la prisión está también sobrecargado de trabajo”, señalan, al tener que informar de estas quejas, cuando “teóricamente sería una tarea propia de la Subdirección Médica, que desapareció de Algeciras en 2011”.
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