Se ha convertido en una tradición de las navidades en la capital onubense, unas fechas señaladas en rojo en el alma fiestera de una multitud de onubenses que se echan a la calle durante el día del 24 y el 31 para hacer una previa con mayúsculas de las grandes cenas del año. Hablamos de la enorme fiesta que se produce en torno al bar La Rebotica, situado en la céntrica calle Gobernador Alonso, y que congrega esos días a más de un millar de jóvenes y no tan jóvenes que dan forma arengados por una charanga a un macrobotellón que trae de cabeza a los vecinos de la zona.
Tal es así que en noviembre, habitantes de la citada calle y de las calles Rico y Vázquez López entregaron un escrito en la Concejalía de Seguridad y Tráfico en el que solicitaban que se pusiera fin a esta actividad. No sólo no se ha puesto fin, ya que el pasado 24 la fiesta fue por todo lo alto, sino que ni tan siquiera les han dado una respuesta oficial. Así lo aseguran a Viva Huelva Martín Pastoriza y Tomás Fernández, vecinos del 3 de Gobernador Alonso y portavoces de los alrededor de 50 vecinos que secundaron el citado escrito. “Gente del Ayuntamiento nos dice que son fechas señaladas, pero oficialmente respecto al escrito no nos han hecho ni caso”. Además, el pasado 18 de diciembre la comunidad del 3 de Gobernador Alonso volvió a registrar otro escrito. “Lo que se hace ahí va en contra de cualquier normativa. Lo único que queremos es que se cumpla la ley”. De hecho, siendo estrictos, la ley 7/2006 de 24 de octubre dicta las potestades administrativas en materia de determinadas actividades de ocio en los espacios abiertos de los municipios andaluces, y, ley en mano, esto de los macrobotellones como que no.
Los vecinos se quejan de que la aglomeración produce molestias, acumulación de suciedad, peleas, problemas de seguridad y muchos gestos de incivismo. Además, aseguran que durante las 5-6 horas que dura la reunión callejera “nos secuestran”. “No podemos salir a la calle, ni sacar el coche, ni estar tranquilos en casa”.
Estos vecinos aclaran que su denuncia no entra en el debate del derecho a la diversión de los jóvenes en la calle, pero sí que piden a los gobernantes municipales, en este caso a la teniente de alcalde de Seguridad, Movilidad y Tráfico Carmen Sacristán, que pongan fin a esta práctica en esta zona. “Que lo hagan en la Plaza de las Monjas, habilitando contenedores, servicios y vigilancia policial, porque en nuestra calle que es muy estrecha no es normal que se junten miles de personas. El día que pase algo importante a ver quién es el responsable”.
Por lo pronto, este 31, salvo sorpresa, la charanga volverá a sonar en La Rebotica y a su alrededor la Huelva fiestera irá despidiendo el año mientras que los vecinos cruzarán los dedos para que las próximas navidades no tengan que estar secuestrados en sus casas toda la tarde de los 24 y 31 de diciembre.
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