Un operativo policial del 091 ha atajado una oleada de vandalismo que había afectado a varios negocios del entorno de la calle Medina, Doña Blanca y sus alrededores en las dos primeras semanas de diciembre. Un asunto que llegó a plantearse en la última Mesa de Seguridad celebrada y que afortunadamente se ha zanjado a raíz del refuerzo policial y la detención de dos individuos a los que sorprendieron in fraganti intentando robar en una mediana superficie del centro. Según ha podido saber este periódico, en la mayoría de los casos, exceptuando el robo de su bolso que sufrió una señora en una tienda de la calle Mesones aprovechando un descuido, los cacos actuaban de noche y se limitaban a la rotura de lunas de los escaparates. Es lo que ocurrió en una tienda de alimentación ecológica situada cerca del teatro Villamarta u otra de golosinas de Doña Blanca, entre otros establecimientos que se vieron afectados. En ninguno de estos casos hubo que lamentar daños personales y el modus operandi también evidenciaba que no se trataba de profesionales.
También en las últimas semanas en las que, coincidiendo con la campaña navideña, la Policía Nacional refuerza la vigilancia en el centro y las grandes superficies, los agentes han detenido a los presunto autores de varios robos con arma blanca en el centro, que tras pasar a disposición judicial ya han ingresado en prisión. Donde también se sigue trabajando es en el dispositivo de seguridad en el foco de delincuencia de la calle Medina, junto a la delegación de Jerez de la cadena de Cash Converter, dedicada a la compra y venta de artículos de segunda mano, por la presencia de personas de nacionalidad extranjera que se dedicaban al mercadeo de artículos de dudosa procedencia y abordaban a los clientes. En este sentido, aunque vecinos y comercios admiten que a raíz de la grave agresión que sufrió una de estas personas hace casi dos meses y que derivó en un operativo permanente el ambiente está mucho mejor, la calle comercial aún no se ha recuperado del todo de una problemática que arrastraban desde hace más de dos años. Además, la presencia de agentes no impide que algunos de estos individuos “siga merodeando” pero no de forma tan acusada como antes.
Asimismo, desde este mes también hay un vigilante privado contratado por la tienda en los accesos del local, lo cual también ha disuadido este tipo de reuniones en la zona, sin que se descarte que este trabajador amplíe sus funciones.
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