El socialista José Antonio Griñán fue hoy elegido por el Pleno del Parlamento como nuevo presidente de la Junta, en sustitución de Manuel Chaves, con el apoyo de los 56 diputados del PSOE, mientras que los 47 del PP y los seis de IULV-CA votaron en contra de su elección como jefe del Ejecutivo.
Griñán resultó elegido tras obtener la mayoría absoluta en una votación nominal del Pleno del Parlamento, que se inició, por sorteo, por el diputado socialista José Cabellos. Los diputados fueron nombrados de uno en uno para que expresaran ante el Pleno si su voto era afirmativo, negativo o abstención. Al término, el nuevo presidente de la Junta, se dirigió a saludar a los líderes de la oposición, Javier Arenas (PP) y Diego Valderas (IU), así como al portavoz del grupo socialista, Manuel Gracia, mientras recibía una cerrada ovación de la bancada socialista.
La toma de posesión de Griñán se producirá mañana en la sede del Parlamento andaluz, mientras que, con posterioridad, está previsto que se anuncie la composición de su nuevo Ejecutivo, cuyos miembros asumirían formalmente el cargo el viernes en el Monasterio de Santa María de Las Cuevas de Sevilla.
Griñán se ha convertido en el segundo presidente de la Junta en la VIII Legislatura después de que Manuel Chaves decidiera dejar el cargo para asumir la vicepresidencia tercera del Gobierno y el Ministerio de Política Territorial. Chaves planteó a la dirección del PSOE-A que José Antonio Griñán, que hasta ahora había sido vicepresidente segundo y consejero de Economía y Hacienda, fuera propuesto como candidato a la Presidencia andaluza.
Antes de la votación, Griñán cerró el debate de investidura realizando una apuesta decidida por la "igualdad" y advirtiendo de que Andalucía "no cederá ni un milímetro ante lo que tenemos derecho". Reafirmó su apuesta por el consenso y el diálogo con la oposición, a la vez que aprovechó para destacar que la "voluntad de cambio, de transformación de la sociedad andaluza y la alianza del PSOE-A con el pueblo andaluz son las mayores garantías del éxito con el que pudo afrontar este mandato".
Así, Griñán destacó su apuesta por la igualdad de oportunidades, que es una "política transversal, ya que debe estar en todas las partes". "Hay que luchar por la igualdad de oportunidades en todas las partes, la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, y conseguirla con la práctica diaria", indicó el próximo presidente de la Junta, que valoró el trabajo que ha venido realizando el Grupo Parlamentario Socialista, ya que "he sentido siempre su apoyo y sé que lo he encontrado con propuestas y contenido". "He sabido que siempre han dado un paso hacia el acuerdo", señaló Griñán, que no escondió que "de todos los grupos necesita la crítica".
Contenido de los dos días de debate
El debate de investidura se inició ayer con el discurso de José Antonio Griñán ante el Pleno del Parlamento, durante el cual anunció que quiere representar el "cambio", a la vez que se comprometió a liderar el consenso que ya existe en la sociedad andaluza, para "hacerlo valer ante el conjunto de comunidades autónomas y ante el Gobierno de España" de cara a que Andalucía "no pierda la posición de liderazgo en el Estado de las Autonomías".
Subrayó que quiere representar un cambio en la Presidencia de la Junta de Andalucía que "reconozca lo hecho y no regatee a los andaluces el merecido reconocimiento de su trabajo, pero que, al mismo tiempo, se plantee nuevos retos, acordes con las transformaciones de toda índole que ha experimentado una tierra joven y dinámica como es la nuestra".
En lo que respecta al ámbito económico, quiso dejar claro que la prioridad de su nuevo Gobierno, sin que haya "otra por encima", será la lucha contra el paro y salir cuanto antes de la crisis económica, mientras que también se comprometió, con este fin, a buscar un acuerdo entre todas las fuerzas políticas.
Griñán incidió en la necesidad de construir un marco económico estable en la comunidad que potencie y multiplique la actividad empresarial y la creación de empleo. Sus siete pilares deben ser, según apuntó, la seguridad jurídica; una administración ágil y descentralizada; la libre competencia y una mayor liberalización del sector de los servicios; la innovación; la sostenibilidad en el aprovechamiento de los recursos naturales; la igualdad de oportunidades, y el diálogo social.
De otro lado, anunció que ante las dificultades que actualmente existen para encontrar un empleo, realizará un propuesta que involucre al Gobierno central y a los autonómicos y a todos los agentes sociales con políticas activas, y en su caso, nuevas prestaciones, para tratar de conseguir que en las distintas unidades familiares de Andalucía, al menos alguno de sus miembros tenga algún tipo de ingreso.
El nuevo presidente de la Junta se comprometió además a presentar un proyecto básico de reforma de la Administración de la Junta de Andalucía, apuntando que la "descentralización política y administrativa" va a ser uno de los "puntos centrales" de su acción de gobierno.
Intervencuiones de los partidos
Por su parte, el presidente del PP-A, Javier Arenas, trasladó a José Antonio Griñán que "no se ha ganado" la Presidencia andaluza porque no cuenta "con la legitimidad de las urnas", mientras le llegó a plantear que si se comprometía con que Andalucía tendrá elecciones autonómicas en solitario, el grupo popular no votaría en contra de su investidura. "Le han regalado la Presidencia de la Junta y se la ha regalado un amigo", dijo Arenas a Griñán.
Al margen de las posiciones políticas, Arenas estimó que, no obstante, existe la necesidad de encontrar terrenos comunes en estos momentos de crisis, con lo que propuso a Griñán acuerdos en materia de desarrollo del Estatuto; pacto local; reforma de la administración de justicia; financiación autonómica para que Andalucía sea la comunidad "que más gane", y para la defensa de los intereses de Andalucía en el ámbito de la UE. Le planteó además un acuerdo para "firmar un pacto para el empleo", que sin reformas, "sería una broma y un fraude".
El coordinador general de IULV-CA y portavoz parlamentaria, Diego Valderas, consideró que Griñán sigue instalado en el continuismo "del que es producto", criticando que "no cambie ni el rumbo ni la orientación de la economía por ser preso de su trayectoria", lo que, según dijo, ha motivado que Izquierda Unida no le vaya a apoyar en su investidura.
Por último, el portavoz del grupo socialista, Manuel Gracia, consideró un "insulto a la inteligencia y un desprecio al pueblo andaluz" que la derecha andaluza y española quiera "desprestigiar, ensombrecer y cuestionar la limpieza y legitimidad del proceso de investidura de José Antonio Griñán como presidente de la Junta de Andalucía".
A su juicio, Griñán ha hecho público ante la Cámara autonómica un proyecto "valiente y comprometido, que no conoce inercias ni servidumbres, sino que se atreve a intentar combinar lo mejor de la práctica política de corte socialdemócrata con lo mejor de los nuevos valores y prácticas cívicas de los sectores sociales modernos, creativos y solidarios que conforman la Andalucía de hoy".
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