El alcalde de Torremolinos, Pedro Fernández Montes, acompañado por el director del Palacio de Congresos, Luis Callejón, y el resto de miembros del Equipo de Gobierno, inauguró el pasado viernes la novena edición de la "Feria del Dulce de Convento", un evento que, organizado por el propio Ayuntamiento y el Palacio de Congresos, reunió en Torremolinos a una representación muy importante de la producción artesanal de la pastelería y la confitería de 32 conventos de clausura andaluces.
Tras el corte de la cinta inaugural, las autoridades recorrieron esta muestra, que constituye cada año de los eventos de mayor tradición de las fechas prenavideñas en toda Andalucía, cuya celebración en esta edición reunió a representaciones de conventos de 25 localidades y siete provincias de nuestra Comunidad, concretamente de Córdoba, Cádiz, Sevilla, Jaén, Granada, Huelva y Málaga.
En total, concluida la Feria, que no pudo prolongarse hasta el lunes, como estaba previsto, debido a que se agotaron las existencias, se dispensaron en el Palacio de Congresos y Exposiciones unos 1.700 kilos de unas 300 referencias diferentes, todas ellas vinculadas al concepto de dulce y especialidades artesanales, muchos de ellos vinculados al espíritu de la Navidad.
Borrachuelos, mostachones, yemas de San Leandro, corazones del Obispo, huesos de chocolate, alfajores, sultanas, membrillos, trufas, roscos o "encomiendas" son algunos de esos típicos dulces, no sólo navideños, que han configurado la amplísima y variada oferta en esta singular Feria, propicia para los amantes de la tradición y, sin duda, de los sabores más exquisitos.
Un año más, en esta cita ha destacado también la sensibilidad de la organización, el propio Palacio de Congresos y Exposiciones con el fin social de la Feria, ya que la recaudación obtenida por la venta de los productos elaborados por las religiosas de clausura sirve para el sostenimiento de los gastos diarios de sus respectivas comunidades, además de repercutir también de forma positiva en el mantenimiento de los conventos que habitan, muchos de los cuales tienen un gran valor histórico-artístico y que, a menudo, sólo cuentan con el esfuerzo de las religiosas para la obtención de los recursos que garanticen su estado en las mejores condiciones posibles.
Entre las órdenes religiosas presentes en esta edición de la Feria, en esta edición destacó la incorporación del monasterio onubense de Santa Catalina Mártir, que se sumó a la representación de otras ordenes ya tradicionales en esta cita, como las Clarisas, Carmelitas Descalzas, Madre de Dios, Patrocinio de Ronda, San Cruz, Bernardas, Comendadoras de Santiago y Franciscanas Clarisas de Granada, entre otras.
Como de costumbre, el alcalde de Torremolinos, Pedro Fernández Montes, así como otros miembros de su Equipo de Gobierno, no se resistió a la tentación de adquirir algunas cajas de los productos en venta, no sólo por la extraordinaria calidad de los mismos sino, sobre todo, porque con ello desearon contribuir al fin de esta muestra, a la que el acceso fue libre y que contó, además, con la extraordinaria colaboración de un importante número de voluntarios de peñas y asociaciones de Torremolinos, que atendieron los diferentes stands, contribuyendo también al rotundo éxito de la Feria y, por tanto, con los nobles fines que la inspiran.
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