El pasado viernes se entregaron los Premios del Voluntariado ‘Manolo Blanco’ 2014. Entre las propuestas presentadas, llama especialmente la atención por su carácter innovador, y en la categoría de proyecto, el denominado” Salvando distancias” de la asociación integral canina Efecto Huella. Se trata de un ambicioso programa que promueve terapia y actividades asistidas por perros, que actúan como coterapeutas y principales motivadores, tanto a desarrollar para instituciones como a nivel particular. De hecho, no es un trabajo de campo aún por explorar, sino que esta asociación, que lleva tres años trabajando en Jerez, ya la ha puesto en marcha con resultados muy positivos.
El pasado curso ya impartieron sesiones grupales e individuales para niños con discapacidad en UPACE y la evolución fue “espectacular” a medida que iban avanzando las sesiones. Beatriz Romero, de Efecto Huella, y experta en terapias asistidas por perros, resalta especialmente la evolución que registraron los niños tanto a nivel cognitivo y emocional, como psicomotriz a la hora de realizar ejercicios con los canes.
Mayores, personas con Alzheimer y niños con hidrocefalia o Síndrome de Down u otras patologías tienen cabida en la cobertura de este programa en el que el perro funciona como principal motivador a la hora de realizar ejercicios bajo la supervisión siempre del terapeuta de la institución y, en caso de que lo tengan, del que aporte Efecto Huella, que además de sus guías, con sus perros adiestrados y preparados para este programa, también cuentan con un terapeuta para los casos que sean necesarios.
Pero la labor del colectivo,que actualmente asiste a seis niños desde la asociación, no acaba aquí. También ofrecen talleres educativos en los colegios, fomentando con ello en los niños el respeto y el conocimiento del perro, todo ello mediante una metodología lúdica y divertida en la que los más pequeños se lo pasan en grande.
Así, actualmente imparten en ocho colegios de Jerez el taller de prevención de mordidas y conocimientos en los coles. Denominado “40.000 años de amistad”, esta propuesta promueve un aprendizaje para entender al perro mediante su lenguaje dado que, no hay que perder de vista, como expone esta experta, que el colectivo de los niños entre los 4 y 10 años y sobre todo varones son los que más son mordidos por el perro, con lo que es fundamental promover una educación temprana para que sepan cómo tienen que comportarse con ellos.
Y es que desde este colectivo trabajan con los canes y sus propietarios mediante una metodología “en positivo” reforzando el vínculo entre ambos y favoreciendo un adecuada convivencia, mejorando los problemas de comportamiento de los perros y minimizando así los problemas de abandono, que principalmente vienen motivados cuando no les agrada la conducta del can.
Otro de los pilares de Efecto Huella es la promoción de seminarios y conferencias sobre las distintas disciplinas del mundo del perro. No han ganado los galardones, pero esta convocatoria les ha servido para seguir proyectándose y dar a conocer sus novedosas fórmulas que ya funcionan con tanto éxito en América y en el norte del país.
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