La rotonda que conectará el segundo puente de la Bahía de Cádiz estará prácticamente a nivel de la carretera actual, con una leve inclinación. Así lo indicaba nuevamente días atrás la alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez, quien se mostró exasperada ante los rumores que prosiguen hablando de que tendrá una altura de dos pisos, con muros que dañarían la visibilidad de los nuevos edificios de Astilleros, los que están en frente de El Corte Inglés. Tanto es así que lamentaba “las ganas de tirar por tierra proyectos en los que hemos trabajado tanto, para los que hemos tenido que pelear mucho, porque esta alcaldesa ha tenido que pelear mucho” porque Cádiz cuente con esta vital infraestructura para comunicar la ciudad con el resto de la Bahía.
El proyecto actual del segundo puente y su conexión con la ciudad, “no tendrá ni trincheras, en las que no cabía el tranvía, ni muros altos”, insiste Teófila Martínez, algo que como recuerda “sí se contemplaba en el primer proyecto de la rotonda, elaborado por el Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero”. Pero tras mucho esfuerzo, el Ayuntamiento logró que se modificara el mismo para evitar, precisamente, esas molestias e inconvenientes.
Una modificación aprobada desde el Ministerio de Fomento una vez que se cambié el ejecutivo con el Gobierno de Mariano Rajoy.
Teófila Martínez, plano en mano, explicaba a los medios de comunicación, como ya había hecho con los colectivos vecinales de la zona, que a medida que la conexión del segundo puente se acercaba a la glorieta, el nivel de altura descendía dos veces antes de la misma, para una vez pasada la rotonda, apenas hay ya desnivel y la altura apenas supera a la de la carretera de la ciudad.”¿Dónde está la inclinación?”, insistía, “¿dónde está el problema entonces?”.
Así, por ejemplo, si en el primer proyecto, el Paseo Marítimo de la Paz se interrumpía y se cortaba en dos, con unas escaleras para pasar de un lado a otro, en el actual el paseo marítimo prosigue pero por debajo del puente, evitando molestias a los peatones y usuarios del mismo.
Pero lo que es más importante, con el actual diseño, el cual ha sido mostrado a la Asociación de Vecinos del Barrio de Astilleros, los edificios de ambas esquinas “no tendrán ningún obstáculo, ningún muro que dificulte o modifique la visibilidad de los mismos”, algo que sí ocurría con el primer proyecto que contemplaba un muro de casi dos pisos de altura.
Y por si quedan aún algunas dudas, Teófila Martínez invitó a todos los vecinos a que vean y observen los trabajos que a día de hoy se están llevando a cabo para rellenar de arena los tramos de conexión entre el puente y la rotonda y cuyo objetivo no es otro que lograr el menor desnivel posible, para acabar prácticamente a ras del suelo.
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