Andalucía es tierra rica en naturaleza, tradiciones, monumentos y cultura. Ofrece un sinfín de destinos más que ideales para pasar un fin de semana o un puente, tanto en pareja, como en grupo o en familia. Entre todos esos destinos hemos elegido algunas propuestas que, cargadas de historia, ofrecen al visitante una alternativa más que interesante.
La primera propuesta se sumerge en la historia de Andalucía. Viajar por el tiempo entre más de 6.000 legajos históricos en el entorno inigualable de Sanlúcar de Barrameda y con hospedería incluida es un lujo que nadie puede rechazar. Se trata de la Fundación Casa Medina Sidonia, que desde 1991 muestra en el Palacio de los Guzmanes todo su patrimonio documental y sus colecciones artísticas a todo el que la visite.
Constituida con el objetivo de preservar, difundir y promover el patrimonio histórico y artístico que alberga el Palacio de los Guzmanes, la fundación está enclavada en un palacio concedido por Fernando IV junto con la villa de Sanlúcar de Barrameda a Alonso Pérez de Guzmán. El palacio ha pertenecido a la familia de los duques de Medina Sidonia desde 1297 y se encuentra construido sobre los restos de un antiguo ribat hispanomusulmán de finales del siglo XI, aunque sus espacios y su mobiliario se fueron adaptando a los gustos de las distintas épocas.
Sus salones renacentistas y barrocos conservan inestimables colecciones artísticas de pintura, escultura y mobiliario y fue la XXI duquesa de Medina Sidonia, Luisa Isabel Álvarez de Toledo, la que solicitó en 1978 su declaración como Bien de Interés Cultural.
El mismo palacio es hoy una hospedería con nueve habitaciones, decoradas con muebles de época y nombradas con cada una de las casas que se fueron incorporando a la de Medina Sidonia con el paso de los siglos. La hospedería también cuenta con un salón de té, rodeado de un marco de jardines y galerías de arcos, situado en la zona del ribat árabe de finales del siglo XI del palacio.
Pero si algo hay que destacar de la fundación es el Archivo General de la Fundación Casa Medina Sidonia (AGFCMS), un centro de investigación donde se conserva la documentación que se ha ido formando desde la Edad Media, a partir de los papeles que generaban las administraciones de las diversas casas nobiliarias al gobernar los numerosos señoríos, ducados... fruto de los títulos y privilegios otorgados por la Corona.
Tiene una extensión de 0,74 km de estantería y alberga unos fondos organizados en 6.317 legajos, e incluye zona de despachos, sala de investigadores, puestos de lectura, una biblioteca y una sala auxiliar de ordenadores para la consulta de los fondos digitalizados. Por su volumen, estado de conservación e importancia de los documentos conservados, se convierte en el archivo más importante de Europa y en uno de los mejores del mundo.
Los templarios
Hablar de historia también es hablar de la magia que desprenden algunas órdenes como la de los templarios. Le proponemos una ruta por algunas de las localidades con más fuerte impregnación de la Orden del Temple, que consiguió asentarse en Andalucía entre 1253 y 1258, en pleno declive del poder musulmán , lo que convierte a Aracena en una de sus plazas fuertes. Símbolos y claves de la presencia de la misteriosa orden de caballeros cristianos pueden encontrarse aquí por doquier: el propio escudo de la villa encierra muchas de ellas.
En Aracena los templarios reconstruyeron su fortaleza, de la que se reconocen algunas estancias, parte de las torres y algunos de los aljibes, además de la iglesia, buen exponente del sincretismo islamo-cristiano del que los templarios hicieron su credo, incorporando elementos del gótico a la simbología sufí. Y aún se busca el pasadizo que cuentan unía el castillo con una de las cuevas más singulares de Andalucía: la Gruta de la Maravillas.
A poca distancia, otro lugar atrae por sus referencias misteriosas: Alájar y su famosa Peña, con la ermita de Nuestra Señora de los Angeles, lugar considerado de confluencia de grandes fuerzas telúricas por los iniciados.
Otras localidades de Huelva que fueron también posesiones templarias son Villalba del Alcor, donde permanecen la iglesia de San Bartolomé y la ermita octogonal de Santa Águeda, y Trigueros, con su iglesia de San Antón de los Templarios y el Dolmen de Soto, uno de los monumentos más importantes de la prehistoria andaluza.
En la costa encontramos el monasterio de La Rábida (Palos de la Frontera), convento franciscano donde Colón preparó su primer viaje y lugar de culto y conocimiento desde tiempos remotos, propiedad templaria, “ribbath” y fortaleza de monjes guerreros fatimitas.
La Orden tuvo casa en Sevilla, aunque no se sabe dónde, pero es curioso encontrar su divisa “Non nobis, domine” en la iglesia de la Caridad, mientras en Córdoba tuvo el Temple su refugio y parece que la Torre de la Calahorra fue el lugar que lo alojó, recinto que acoge un centro de diálogo de las tres culturas -islámica, hebrea y cristiana-, versión moderna de los ideales sincréticos de los templarios.
Retos futuros del turismo rural y de naturaleza
El turismo se ha convertido en un importante factor de desarrollo de las zonas rurales, paliando en parte la despoblación de esas áreas, contribuyendo al mantenimiento de sus valores tradiciones y ambientales, ampliando con su diversidad la oferta turística de Andalucía. Y su futuro está en la sostenibilidad no sólo empresarial, sino también medioambiental, cultural y social.
El turismo rural es un segmento atomizado, compuesto por pequeñas y medianas empresas en muchos casos de carácter familiar, que deben subsistir en un mercado complejo de oferta y demanda, dominado por grandes firmas distribuidoras, en el que la comercialización y éxito de un producto requiere de un notable esfuerzo y exige el conocimiento de técnicas avanzadas de marketing.
Es una de las reflexiones del I Congreso Internacional de Turismo Rural y de Naturaleza que busca en Granada y Guadix, pero con aportaciones de todo el mundo, potenciar un sector que puede ser el futuro de muchos pequeños empresarios y de muchas localidades con un potencial turístico inigualable.
Especial interés para este futuro tienen la sostenibilidad en los espacios de interior, el papel de la gestión pública y privada, el modo en que la formación puede influir, condicionar e impulsar los procesos de desarrollo rural, y cómo se relaciona con la calidad y la eficiencia para conseguir el producto final. Y no cabe duda de que la innovación y las aplicaciones de las nuevas tecnologías pueden desempeñar un papel importante, especialmente para comercializar productos y destinos.
Algunas de las claves prioritarias del sector del turismo rural están en fomentarlo, mejorando su calidad y prestación, para conseguir que ejerza su papel como elemento dinamizador y diversificador de la economía rural. Para ello, hay que recualificar la oferta turística, alcanzar umbrales de excelencia y profesionalidad para ser competitivos, proporcionar formación a empresarios, agentes del sector y a la población en general, además de aunar esfuerzos dispersos tanto territorial como institucionalmente, especialmente de cara a un apoyo integral y financiero de los ámbitos público y privado.
En este fututo son importantes la investigación y formación que ofrecen las escuelas turísticas (como la Internacional de Granada) y su transferencia a empresarios, trabajadores y a la sociedad en general, buscando destinos de calidad, con certificaciones y con futuro.
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