La polémica resurgió el martes pasado, cuando la Consejería de Educación de Cantabria anunció que no renovará la subvención a un centro que sólo escolariza niños, ni se la concederá a otro de niñas. Entre las comunidades abiertamente contrarias a suprimir el concierto, Madrid dice que se limita a “garantizar” la pluralidad de opciones escolares dentro del marco de derechos y libertad de la Constitución.
Según fuentes de la Consejería madrileña, la legislación “permite” la financiación pública de estos centros y hay jurisprudencia y organismos internacionales que avalan esta educación.
Según datos de las Consejerías recabados por Efe, están concertados unos 60 centros de educación diferenciada (muchos vinculados al Opus Dei), aunque hay autonomías donde no se da esta circunstancia (Aragón, Baleares, Canarias, Castilla-La Mancha y Extremadura), mientras que la Comunidad Valenciana no dispone de datos concretos.
La mayoría de esos colegios están en Cataluña (16), Andalucía (12) y Madrid (9), además de en el País Vasco (5), Galicia (5), Navarra (3), Asturias (2), Cantabria (2), Castilla y León (2), Murcia (2) y La Rioja (1).
Desde el punto de vista educativo, hay otros muchos factores, además del sexo, que influyen en la trayectoria académica de un alumno, indica el psicólogo y pedagogo Valentín Martínez-Otero.
Si se opta por una educación diferenciada, que es “respetable”, se debe garantizar la relación suficiente de chicos y chicas con el otro género para evitarles un déficit social y afectivo, dice.
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