Lo que le faltaba a la afición del Xerez Club Deportivo por oír lo dijo en la junta general de accionistas de este martes el secretario del consejo de administración, un consejo del que no se quiso dar detalle en torno a su composición, Juan Bastos. Indicó que el inversor que traía Energy era un fondo de inversión chino y que estuvo dos veces reunidos en China con él. Se trataría, según Bastos, de una empresa dedicada al tema fotovoltaico. Más o menos comparó al inversor fantasma del Xerez con lo acaecido en Valencia y matizó que aquí no se llegó a nada porque nadie confiaba en este consejo de administración. Ridículo.
Dos años después, cien participaciones de los miembros de Energy en los medios después, troprecientos programas de radio y televisión y tropecientas páginas de periódicos después sale Bastos hablando de un chino que quería venir al Xerez. Las risas, claro, se escucharon en Pekín y hasta Ricardo tuvo que poner un poco se seriedad, por llamarlo de alguna manera, al final de la junta para matizar que “el inversor chino que ha comentado Juan Bastos es antes de nuestra entrada, en 2012, que es cuando no pudimos dirigir el club”, añadiendo que “a alguno le ha caído en tono simpático. Ha sido una junta de accionistas que ha estado bastante bien. Se ha hablado de todo y se ha respondido. También le hemos preguntado al accionista minoritario. Ha transcurrido en buena sintonía”.
Una junta de accionistas que conoció que, al margen de la querella presentada contra Javier Tebas, el grupo Energy se plantea presentar otras contra los administradores concursales y contra el Ayuntamiento por aquello del impago de los 2 millones de euros del último plazo de la subvención de 8 millones. Bastos, por cierto, indicó que el tema del descenso a Segunda División B había estado “programado y consensuado”.
Fue lo más jugoso que ofreció una junta de accionistas que duró algo más de dos horas y que no sirvió absolutamente para nada, porque Energy no desveló ningún plan de viabilidad para salvar la situación del Xerez y Ricardo únicamente reiteró lo que ya había comentado dos meses antes en la otra pantomima de junta general. Es decir que “es el momento de seguir luchando, pero si en los próximos meses las noticias no son positivas nos veremos en la obligación de tener que pedir la liquidación. Todo tiene un límite. Vamos a seguir luchando algo más de tiempo porque creemos que hay posibilidades, pero si cuando llegue el momento no las hay, pediremos la liquidación. Nos vamos a dar un poco más de tiempo”.
Ese tiempo, según Ricardo García, serviría para “demandar todas las injusticias que se le han hecho al Xerez, que sea indemnizado por esos daños y perjuicios. Vamos a esperar los próximos meses a ver qué noticias positivas podemos tener para ir poco a poco restableciendo lo que nos han quitado. Una cosa es la categoría, ya que no es lo mismo estar en Segunda B que en la Primera Andaluza. Además hay unos derechos de crédito importantes que pueden apoyar al convenio de acreedores”. Esos derechos de crédito, según Energy, ascienden a unos cuatro millones de euros, suponiendo que entre ellos debe estar la subvención impagada ya reflejada y solo a Hacienda y Seguridad Social se le adeuda del orden de los diez millones.
Eso sí, Energy no piensa soltar por nada del mundo el poder que tiene “porque ahora no es el momento”, aunque no lo ejerza nada más que en asuntos puntuales y no ponga un euro, como han reflejado los miembros de la Gestora en reiteradas ocasiones y por mucho que se haya querido negar hasta a las personas que, desgraciadamente, ya no están entre nosotros.
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