Un dispositivo conjunto de la Policía Local y Nacional se turna en horas de comercio para vigilar el foco de delincuencia de la calle Medina que el pasado viernes se cobró un herido grave en una pelea tras ser apuñalado por un compatriota rumano que ya ha ingresado en prisión. La rápida actuación de un camarero del Bar Jerez, que le taponó la herida sangrante, fue determinante para salvar su vida, pero la trascendencia de este capítulo ha hecho que comerciantes y vecinos se planten ante una situación “insostenible” que llevan más de tres años soportando.
Lo avisaron el mismo día del suceso: no iban a consentir el “mercadeo” de artículos de dudosa procedencia entre personas de nacionalidad extranjera y de la zona a las puertas de una conocida tienda de segunda mano. Tampoco aguantarían más que las peleas siguieran poniendo en peligro la seguridad de los viandantes y destrozando la imagen de esta calle comercial. Aún es pronto, pero la presencia de patrullas de agentes a pie o estacionados en sus coches empieza a notarse. De hecho, aseguran que el lunes se respiraba en la zona un ambiente “que ya se nos había olvidado” lejos de los “follones” y las “aglomeraciones” habituales. Unas situaciones por las que cada vez más gente cruzaba a la acera de enfrente al ser abordados por estas personas para reclamar su móvil, su perdición.
“No pretendemos ni quitar a ninguna zona un operativo ni que este sea para siempre, sino que se mantenga hasta que se erradique el problema”, señala el presidente de Asunico, Manuel García. Pero, eso sí, tienen claro que el pasado viernes se cruzó la “línea roja”. Hasta entonces, en este punto había habido redadas y peleas, pero nunca de esa gravedad, de ahí su llamada de desesperación a las fuerzas de seguridad, que han respondido diligentemente, lo cual agradecen, especialmente al primer teniente de alcalde, Antonio Saldaña, y el delegado de Seguridad, Javier Durá, que desde la tarde del sábado coordinó un operativo policial. El siguiente paso será ver si es suficiente y reunirse con la alcaldesa para exponerle la situación.
“Se ha cruzado la línea roja”
No es la primera vez que la Policía activa un dispositivo en la zona. Hubo varios intentos, pero fracasaron, quizás porque ninguno de ellos era fijo para disuadir estas prácticas en la vía comercial. Ahora, vecinos y comercios, que dicen estar “más unidos que nunca”, están a la expectativa. Por ello el lunes en una reunión aprobaron una serie de medidas que llevarán a cabo si el operativo se retira o resulta insuficiente. “Ojalá no sea necesario”, apunta García.
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