El consejero de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo, José Sánchez Maldonado, ha destacado este viernes el papel de Andalucía como tercera potencia científica de España en inversión, en producción investigadora y en recursos humanos, subrayando el "salto cualitativo y cuantitativo" que la comunidad ha dado en las tres últimas décadas.
Así lo ha manifestado el consejero en la presentación del 'Especial I+D+I del diario ABC, donde ha asegurado que estos avances "no han sido fruto de la casualidad", sino que responde a "una política regional sólida y mantenida en el tiempo".
En este periodo de tiempo, la producción científica se ha multiplicado por ocho, aportando Andalucía casi el 14 por ciento de la producción nacional y los contratos con empresas se han multiplicado por diez y las patentes por cuatro (las solicitudes de patentes están creciendo en Andalucía pese al descenso a nivel nacional).
Además, se ha registrado una convergencia tecnológica con Europa, avanzado en casi 17 puntos; se ha configurado una comunidad científica de más de 2.200 grupos de investigación y 25.000 investigadores, y un sistema de innovación que abarca diez universidades públicas, 37 organismos públicos de investigación, once centros de investigación y once parques tecnológicos. "Desde que comenzara la crisis en 2008, el personal investigador andaluz ha crecido casi ocho puntos más que en el resto de España, un hecho que no debe ser pasado por alto", ha indicado.
Para afianzar el crecimiento económico a medio y largo plazo, el consejero ha considerado necesario apostar por "el conocimiento como una actividad determinantes", tal y como la defienden la Unión Europea y las economías desarrolladas.
De este lado, se ha mostrado convencido de que la alternativa andaluza, para volver a crecer y competir en un mundo globalizado, pasa por reorientar su modelo productivo favoreciendo cambios estructurales que permitan reindustrializar la economía, aumentar el grado de internacionalización de las empresas, incrementar el protagonismo el peso de sector privado en la actividad económica, plantear una política energética que no lastre el crecimiento económico, y diversificar y fortalecer la estructura productiva y aumentar la inversión en I+D+I.
Todos los detalles de esta estrategia de cambio de modelo productivo, ha explicado Sánchez Maldonado, están desarrollados en la Agenda por el Empleo 2014-2020, un documento que ha sido consensuado por el Gobierno andaluz con los agentes económicos y sociales, y que se alinea con la Estrategia Europa 2020 (RIS3).
En relación a la Estrategia Europa 2020, el consejero ha matizado que Andalucía asume en estos momentos la responsabilidad de definir "qué papel ocupa como región europea, qué puede aportar al fin de la crisis y cómo queremos ser dentro de 20 años". La RIS3, ha subrayado el consejero, supone "una oportunidad excepcional" para descubrir y aprovechar los puntos fuertes y oportunidades de especialización productiva en Andalucía. "Y encauzar los recursos hacia esos sectores, de forma que vayan de la mano los fondos públicos y la inversión privada", ha apostillado el titular de Economía.
De este lado, el consejero ha añadido que este trabajo se ha plasmado en la Estrategia de Innovación de Andalucía o RIS3 Andalucía, remitida ya a Bruselas, un documento donde se identifican "los sectores productivos andaluces más competitivos, las oportunidades de crecimiento y los retos que debemos superar para hacer del conocimiento un motor efectivo de crecimiento económico".
Con este contexto, Sánchez Maldonado ha querido reconocer que la primera experiencia en especialización inteligente que se ha tenido en Andalucía ha venido de la mano de las diez universidades públicas, gracias a su activa participación en el programa Campus de Excelencia Internacional.
Así, el consejero ha apuntado los objetivos "sumamente ambiciosos", que plantea la RIS3 Andalucía en materia de I+D+I y que debemos alcanzar a lo largo de las dos próximas décadas. Entre ellos, ha citado situar el gasto en I+D+I en un dos por ciento del PIB, conseguir que el sector privado represente el 50 por ciento del gasto en I+D+I, incrementar un 20 por ciento el número de investigadores, duplicar el número de empresas innovadoras y conseguir que las actividades de media o alta tecnología eleven su VAB un 50 por ciento e incrementen las exportaciones al 60 por ciento.
I+D+I, CLAVE EN LA POLÍTICA ECONÓMICA
"La política de I+D+I ha ocupado y seguirá ocupando un lugar clave dentro de la política económica de la Junta de Andalucía", ha remarcado Sánchez Maldonado, quien ha valorado el aumento del 0,9 por ciento en la dotación presupuestaria en este campo en los Presupuestos autonómicos para 2015, hasta alcanzar los 414,4 millones de euros.
De la misma forma, ha incidido en que el próximo ejercicio 2015 supondrá, además, el comienzo de la aplicación de un nuevo instrumento de planificación en I+D+I regional: el nuevo Plan de Investigación para Andalucía (Paidi) que regirá esta materia hasta 2020. Se trata de una planificación estratégica, alineada con Horizonte 2020 y la RIS3 Andalucía, cuya misión es convertir el Sistema de Ciencia y Tecnología andaluz en motor de desarrollo socioeconómico, ha explicado el consejero.
Entre las acciones que contempla el Paidi 2020 destaca el Plan de Retorno del Talento, una medida que permitirá volver a Andalucía a aquellos investigadores andaluces que se encuentran trabajando en el extranjero en tareas de I+D+I.
"En un momento de descapitalización, producto de políticas como la tasa de reposición del diez por ciento, en Andalucía apostamos por retener el talento y favorecer la renovación generacional", ha manifestado el consejero para concluir que "esto ha motivado que apostemos por la figura de ayudante doctor, con 240 nuevas incorporaciones a las universidades o que cumplamos con los jóvenes investigadores en formación, a través de 270 contratos posdoctorales".
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