La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, ha declinado "desacreditar o ratificar" el barómetro de opinión del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) de octubre sobre intención de voto, si bien entiende que las encuestas reflejan el "cabreo enorme y el desencanto que hay en la calle".
A preguntas de los periodistas en Algeciras (Cádiz), Díaz ha rechazado valorar los resultados de la citada encuesta, ya que "son sondeos que quienes los hacen y quienes los guisan sabrán cómo lo hacen".
Lo que dice conocer la presidenta andaluza es que "en la calle hay un cabreo muy grande y un desencanto", un "malestar" que se percibe en los ciudadanos porque "se levantan viendo casos de corrupción, tienen a hijos en el extranjero trabajando, hijos con estudios superiores trabajando en la hostelería, porque tienen a familiares en desempleo, porque no tienen para llegar a final de mes" y, en definitiva, "porque lo están pasando muy mal".
Apunta que todo ello es "un cóctel explosivo" que es "lógico que se traduzca en las encuestas". "La gente está cabreada, harta, muy enfadada. Si no vemos eso, entonces no entendemos lo que está pasando en España", añade.
Llegados a este punto, entiende Díaz que "este país tiene que estar a la altura de sus ciudadanos", que han "aguantado muchísimo" y están soportando la crisis "estoicamente". Además, "ahora se les habla de recuperación y no la sienten".
Por ello, como explica que le dice a sus compañeros de partido, hay que "pisar la calle y ver el cabreo que tiene la gente". Y es que, a juicio de Díaz, "hay que empezar a reconocer las cosas, y las cosas no van bien. Van muy mal, sobre todo para la inmensa mayoría, y eso se tiene que ver en las encuestas", insiste.
Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es
