Flamenca. Muy flamenca. Por los cuatro costados. La cantaora almonteña, ganadora, entre otros premios, de la Silla de Oro de Madrid en Leganés, continúa al pie del cañón haciendo lo que más le gusta que es cantar flamenco. Ahora nos adelanta la noticia de que va a reeditar la segunda parte de sus disco ‘Con nombre propio’, un acontecimiento ante el que comenta que “será una edición como antiguamente, sola, acompañada de la guitarra”. Flamenco de siempre para los amantes del género y de su voz.
Manuela, ¿desde cuando en el mundo del flamenco?
–Empecé en el año 1991,primero cantando en los coros, y luego la saeta, que es uno de los palos del flamenco muy difícil y en el que más me prodigo. Canalejas de Puerto Real es tío-abuelo mío.
¿Obras editadas?
–Bueno, ‘Con nombre propio’; ‘Amén’, que contempla diferentes estilos, la copla, el bolero etc..., y también, ‘A t í Rocío’, una misa sinfónica a la Virgen del Rocío con Manuel Requiebro.
¿Cómo fueron tus primeros pasos?
–Bueno, como ye he dicho antes, lo primero fue cantar la saeta, luego dos años después comencé a ganar concursos, y la verdad es que hubo una evolución grande, hasta la fecha.
¿Te viene de ascendencia el flamenco?
–Pues la verdad es que sí, de mi padre y de mi madre, eran cantantes aficionados por locales y celebraciones de fiestas.
¿Cómo ves actualmente el flamenco?
–Más que mal, estamos pasando un parón biológico, no veo una evolución, se tiene que cultivar más el género, siguen los pesos pesados, y el flamenco tiene que mejorar con las nuevas generaciones.
¿Te consideras profeta en tu tierra?
–Me considero querida, profeta no, en estos tiempos no, los del poder no quieren que lo sea.
¿Me has dicho antes que uno de los palos preferidos es la saeta?
–Digamos que era el palo al que más le temía, lo que pasa es que tengo responsabilidad espiritual, y raíces de enjundia, por eso se me da bien.
¿Premios conseguidos en tu larga carrera artística?
–La Uva de Oro de Jumilla; El Sol de Oro de Lorca; La Silla de Oro de Madrid; primer premio de la Ciudad de Música de Badajoz; Málaga, Jerez,, Ronda y de saeta en la Unión, (Murcia).
Has compartido cartel con Diana Navarro
–Sí, pero el cartel más importante fue con Enrique Morente, Enrique luego fue a Argel y yo a Orán, y con Diana Navarro canto todos los años la saeta desde un balcón en la calle Larios en la capital malagueña.
¿Cuáles son los cantes en que mejor te prodigas?
–Me muevo en todos los cantes como don divino, lo que pasa es que yo me autojuicio, tengo una voz muy lírica.
¿Está el flamenco en horas altas?
–Creo que no, es que así nos quieren vender la burra, yo no canto desde Abril nada, no se acuerdan de mí, lo poco que hay lo reparten en niños chiquititos en los concursos.
¿Qué me dices de la labor de las peñas flamencas?
–Pues aún peor, la mitad sobreviven, los aficionados no pagan, y tampoco reciben dinero, lo tienen muy complicado.
¿No crees que le falta el apoyo de las instituciones?
–El apoyo sólo lo tienen Arcángel y Argentina, que son avenidos al poder, y pequeñas subvenciones para los niños.
¿Dónde has encontrado tu mayor apoyo?
–Me lo he ganado todo a pulso, poderosos que han intentado ayudarme y no han podido. Ha sido un acoso y derribo contra mí.
¿La parte buena y menos buena de esta actividad?
–La forma, nadie me va a cortar mis sentimientos musicales, me duele tener que soportar las mentiras.
¿Le presta credibilidad a los concursos?
–No, para nada, los jurados no están lo suficientemente preparados, un número determinados de personas que conforman el jurado preferentemente tiene que ser cantaor.
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