La víctima presuntamente se arrojó al vacío desde un balcón del domicilio que compartía con su pareja, J. R. L. D, desde unos meses antes, y murió unas ocho horas después, cuando los detenidos aún no habían comunicado los hechos a la Policía, según informó ayer la Comisaría Provincial en un comunicado.
Según la versión del detenido, la mujer se arrojó al Tajo sobre las 02:30 horas, si bien no fue hasta las 12:00 horas de ese mismo día cuando él y su madre acudieron a la Comisaría para informar de los hechos.
El detenido dijo que la noche de los hechos y después de una discusión, la joven desapareció de la vivienda.
Afirmó a los agentes que después de oír un golpe de la puerta se dirigió al lugar y encontró el balcón abierto, y que pensó que su novia, que se había dejado su bolso con sus efectos personales, sus zapatos y su teléfono móvil, se había arrojado desde el balcón.
En esos momentos, llamó por teléfono a su madre para contarle lo ocurrido, ésta acudió al domicilio para tranquilizarlo y le convenció de que se fuera a dormir, tras lo que se marchó a su casa y los dos se despreocuparon de la suerte que había corrido la joven, sin dar aviso a los servicios de urgencias, señala la Policía.
Los investigadores mantienen que ese día, a las 10:00 horas, la detenida volvió a dirigirse a la casa de su hijo, donde se asomó a las ventanas del Puente Nuevo del Tajo y vio cómo en el fondo se encontraba el que probablemente era el cuerpo de la compañera sentimental de su hijo.
Pese a ello, añaden, entró en la vivienda de J. R. L. D. y la limpió, tras lo que ambos se marcharon, realizaron unas gestiones en un comercio y después se dirigieron a la Comisaría de Policía para informar de los hechos.
Cuando los servicios de emergencias acudieron al lugar del suceso, comprobaron que la joven había fallecido, y que la muerte se pudo producir unas ocho horas después de que ésta se hubiera arrojado al precipicio.
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