Chiclana

Chiclana estará en la Liga de ciudades fenicias, cananeas y púnicas

El Ayuntamiento solicitó su adhesión a esta entidad que engloba a todos los enclaves del Mediterráneo el pasado año, con el yacimiento del Cerro del Castillo como elemento que justifica su presencia en este ente.

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Chiclana formará parte de la Liga de ciudades cananeas, fenicias y púnicas, una entidad que pretende englobar a todos aquellos enclaves del Mediterráneo que comparten raíces culturales comunes. La Delegación Municipal de Cultura solicitó su adhesión a esta entidad el pasado año, a través de un Decreto de Alcaldía, destacando la existencia en la ciudad del yacimiento del Cerro del Castillo, en el que ha existido ocupación continuada desde el siglo VIII antes de Cristo.

Así, Chiclana entrará a formar parte de esta Liga de ciudades, que persigue facilitar y promocionar la cooperación y la cohesión económica, utilizando la cultura y la actividad social de las regiones y las naciones, así como el turismo cultural, la artesanía tradicional o el medio ambiente. La entidad fue fundada en la sede de la UNESCO en París en el año 2009.

La Fundación de la Liga de ciudades fenicias, cananeas y púnicas se fundó el 30 de marzo de 2009 y englobó a Beirut (Israel), Byblos (Líbano), Tunicia y Cartago (Túnez), Larnaca (Chipre), Oristano y Marsala (Italia) y Cádiz (España) en la sede de la UNESCO en París. Todas ellas colaboran con la “Asociación Internacional para salvar Tiro”. La entidad tiene un consejo constituido por representantes municipales de todas las ciudades adheridas, así como por investigadores internacionales.

La fundación pretende que las ciudades miembro se comprometan a mantener lazos permanentes entre sus respectivas instituciones y sus poblaciones, así como  a aunar esfuerzos para ayudar a mantener la paz en sus respectivas regiones. La liga contempla interacciones en la esfera social, cultural y económica y del medio ambiente, promoción de la investigación para lograr un mejor entendimiento y una mayor fraternidad respetando creencias.

La ciudad deberá trabajar para el intercambio de opiniones abiertas y constructivas entre individuos y grupos de diferente trasfondo cultural, promocionando el entendimiento entre pueblos y naciones de diversas culturas y patrimonio, para enriquecer la experiencia humana colectiva.


 

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